viernes, 7 de diciembre de 2012

(capítulo once) AVENTURAS Y DESVENTURAS DE GREGORIO

Después de haberse encontrado con sus padres y hermana mayor, y de haber permanecido con ellos casi ocho dias. El espíritu de Gregorio había crecido mucho mas de lo imaginable. Tenía gracias a ello la mente mas despejada que nunca. Era como haberse extraido un grande y molesto incordio del cuerpo. A lo que se sumó el hecho de haber encontrado un caudal afectivo que hasta ahora le era desconocido. Había ingresado, podría decirse, a otra dimensión, lo cual le proporcionaba una visión mas acertada para sus próximas futuras decisiones. Sentía que sus próximos pasos se encontraban ordenados encadenadamente como si fueran fichas de un dominó bien jugado. Sin lugar a dudas, ese fue el paso que le ocasionó mayor maduración. Ahi comprendió con profundidad aquel consejo de Don Alfeo cuando le dijo: "en la vida tené que salir de primero de un charco para depué pensar en el otro" y de Don Manuel cuando le dijo: "hombre, empieza por el callo que mas te duele". Pero también comprendió que durante el resto de su existir lo acompañarían una sucesión de charcos y  callos que con seguridad tendrían importantes razones de ser.


Sabemos que toda despedida trae de la mano un regreso, lo cual genera la expectativa de una bienvenida.  Ésto a su vez desarrolla un proceso interior sumamente importante en casos como éste. Te despides de donde te recibieron y te reciben de donde te despidieron. Tienen éstas vivencias, una gran implicancia sobre la afectividad y la seguridad en uno mismo.


Aún asi sobrevolaban sobre Gregorio pájaros de nuevas dudas. Sin abundar agrego aquí, que dudar es de inteligencia bien aplicada.
Intuía que le faltaban piezas que ordenar y que emergiera algún otro acicate para seguir adelante su caminar.

Como no tenía ganas de pensar demasiado se fue al vagón comedor y pidió un chopp de una cerveza tirada muy rica y un sandwich de pan francés bien grande, rellenado con jamón crudo y queso; tanto como para alimentarse bien y a su gusto.

Como era el mediodía del domingo, viajaba poca gente y el guarda elegantemente vestido con su uniforme, se tomó la confianza de darle lata y como a Gregorio no le molestaba, se terminó sentándo frente a el haciéndole todo un desfile de preguntas. Le venía bien la compañía porque necesitaba distraerse precisamente. Al enterarse que era funcionario de la Aduana le solicitó respetuosamente le proveyera de su nombre y una dirección postal; ante ello le indicó la Estafeta Nro.3 de Buenos Aires, ya que quedaba cerca de la pensión donde su dueño habia quedado en avisarle cada vez que llegara correspondencia a su nombre, aunque hasta ahora nunca se había dado esa situación.
No puso objeción por ese pedido, porque como el guarda era de origen polaco, supuso que seguramente tomaba la precaución de conservar sus datos por algún familiar que ingresase al pais y necesitara algo de orientación, le pareció muy natural.

Siendo horas de la tarde y a pleno sol, muy calurosa para ser noviembre, con la tradicional pegajosidad de esa zona sobre la camisa, compró una longaniza, fruta y pan por el camino a la pensión, en la cual entró directo pensando en darse un buen baño.
Diciéndose a si mismo, que iba a "desensillar hasta que aclare", frase adquirida en su convivencia con los parroquianos de la Estancia de Paysandú. Queriendo decir despojarse de los bártulos, comer,refrescarse, dormir y reordenar tranquilo sus próximos pasos. 

Es curioso como a las personas se nos van pegando las expresiones que adoptamos en distintas circunstancias en las que vamos conviviendo.Esas expresiones  -reflexionaba exageradamente nuestro amigo- son tantas como palabras tiene el diccionario. Con seguridad  su interior iba creciendo mucho mas que en las frases que utilizaría en su vida, pero éstas terminan siendo como ventanitas del alma cuando uno las ha incorporado como si fueran propias.

Mientras se estaba bañando muy relajado comenzó a imaginar como si su existencia fuese un escenario donde aparecían las distintas personas a las que estaba mas ligado hasta que se quedó dormido en la bañera.

Soñaba que estaban las personas de la estancia, desde el Gringo hasta toda la peonada; las de la Granja de Tandil, donde aparecía entre otras,  Doña Nolfa con un bebé en brazos, Don Pedro y los tres otros hijos de ambos; luego Don Irazábal, Don Manuel y Don Alfeo con  su esposa Doña Pascualina, que asi se llamaba, era muy buena mujer y se destacaba como gran cocinera.
Iban caminando en procesión, pero adelante de todo estaba Luisa en su bicicleta, detrás de ella los papás de Gregorio tomados del brazo; luego Don Manuel llevando un estandarte con un sol dibujado.Atrás de la fila estaban Benancio el hijo del viejo cacique Tehuelche, montado en un caballo de hermoso color azabache con una larga crin y a su izquierda estaba Gregorio cabalgando al paso con el tobiano y  llevando en ancas a Luciana que lo rodeaba con sus brazos con cara de contenta. Al final de todo iban un montón de perros moviendo la cola simpáticamente.

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Entonces despertó sobresaltado por los golpes que daba en la puerta del baño el dueño de la pensión que era un señor muy bajito pero gordo vestido habitualmente con un pantalón que le bailaba en el cuerpo, sostenido por tiradores muy anchos.
Llamaba asustado y con cierta energía porque hacía como una hora y media que Gregorio no salía, pensando en que le podría haber pasado algo. Desde afuera no se podía abrir porque tenía una traba del lado de adentro. Entonces éste se levantó medio dormido y abrió envuelto en un tohallón para ver que era lo que sucedía. Vuelta la calma, le avisó de paso que casualmente, había correspondencia a su nombre en la estafeta postal.  

5 comentarios:

  1. Me reflejo en el dandome un prolongado baño mientras mi familia protesta por la demora,jajaja.
    Buenos relatos siempre mi amigo,abrazo.

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  2. Continuamos leyendote, buen fin de semana!!!!

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  3. Bueno Lao, estamos llegando, paciencia! Un abrazo

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  4. Lao Ha sido una satisfacción conocer este admirable blog gracias por su visita feliz domingo.

    Saludos desde Abstracción texto y Reflexión

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  5. DON LAO:
    Yo lo admiro a GREGORIO pero soy muy distinta a él, porque jamás me hubiera ido, jamás hubiera hecho ese viaje. Vos sabés, LAO, que siempre me identifico más con los dueños o empleados de una posada o de una hotería que con los turistas o agentes de viaje, o gente que viaja por aventuras o trabajo. Prefiero renovarme con la gente que va y que viene, que conocer gente afuera. Estoy anclada y arraigada en este lugar. Jaja, una reflexión tonta pero vale. Te cuento que me fascinan las revistas de decoración y de viajes, donde puedo ver los paisajes a los que nunca visitaré. Y si yo hubiese sido el joven GREGORIO ya hubiera partido corriendo a RIO DE JANEIRO y a BAHIA. Sé que acá hay lugares mágicos, pero esas son mis ciudades soñadas. BUeno nene, también viajo con la música de cada país, (cada uno...como puede) bacio amico.

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