miércoles, 26 de diciembre de 2012

CAPÍTULO FINAL (CATORCE) DE LAS AVENTURAS Y DESVENTURAS DE GREGORIO

Ya te había contado de que a Gregorio lo conocí cuando tenía pasado los noventa años de edad y que a principios del siglo veinte resolvió abrirse camino por su cuenta, ya que necesitaba alejarse de los problemas que parecían tener sus padres, por las frecuentes discusiones que tenían, en las que no quería involucrarse.

Te conté algunas de las aventuras y sufrimientos que fue sobrellevando y lo que éstas sirvieron para forjar su carácter y desarrollar sus propias convicciones.

Al ser honesta su intención, supo vincularse con personas también honestas, lo que le permitió adquirir experiencia de vida afectiva y mostrar buen talento para trabajar y talante para caminar hacia adelante.

Así fue como se casó con Juliana y tuvieron ocho hijos en total, dos mujeres y seis varones, unidos entre muchas otras cosas, por los sufrimientos que ocasionan a cualquier familia ante la pérdida de seres queridos, adversidades de diferente calibre, de salud, de pareja, complejidades que la vida conlleva; pero también muy identificados en un espíritu compartido de alegría  en los encuentros familiares y el gusto aplicado individualmente y en conjunto por la música y el canto; al mismo tiempo que un sinnúmero de pequeños grandes detalles significativos que han forjado la historia de sus vidas y de los que sigan.

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En una ocasión pude participar de una de las grandes reuniones de Gregorio, Juliana, sus ascendientes y descendientes. Te cuento que me conmovió en forma muy particular. Fue en aquella ocasión en la que tomé conciencia de que en realidad yo no le hacía mucha falta a Don Gregorio, sino que mas bien el me daba la oportunidad de conocer algo de su historia en las tantas conversaciones, compartir buenos momentos y aprender mucho de ellas.
También descubrí que lo de ayudarlo con la huerta o arreglar el techo, mas me servía a mi que a el por el gran beneficio espiritual que me significaba, al punto de llegar a ser considerado con el tiempo como uno de mis maestros.

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Juliana falleció cuando Gregorio tenía noventa y cuatro, siendo ocho años menor que el, debido a una severa enfermedad.
Don Gregorio murió a los noventa y nueve muy en Paz,por muerte que podríamos llamar natural, dejando un hermoso legado de obras y mensajes.

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No puedo omitir que su estilo de vida durante muchos años fue una especie de combinación de hombre carismático de saco y corbata, trabajando hasta jubilarse como jefe de la estación y de estilo casi rural ya que se dedicó al cultivo de verduras y cría de animales de granja consumiendo en familia y vendiendo los productos elaborados y obtenidos por el propio esfuerzo, tales como huevos, verduras, frutas, aves para consumo, corderos, lechones, quesos, mieles y otros con la ayuda voluntariosa de Luciana, sus hijos y hasta sus nietos; para de paso poder estar mas cerca de su mujer . Logrando así su principal propósito que era precisamente formar una familia que fuera unida y viviera en paz.
Para cuando lo conocí a Don Gregorio, había compartido sus tierras en parcelas donde aquellos se habían radicado y mantenían las mismas actividades ayudándose unos a otros. Se había reservado solamente  una fracción de un cuarto de hectárea aproximadamente, repartiendo el resto de propiedad entre sus hijos,  ya que a el le sobraba para lo que  podía vigilar a esa edad, de la cual una parte estaba ocupada por frutales cuyos beneficios también compartía hasta con los vecinos.

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Te cuento de paso que la ternura con que se trataban y cuidaban entre si Gregorio y Luciana fue ejemplar y conmovedora.

Solo te he relatado algunos detalles esenciales. Hubo muchos muy fuertes que los fueron templando y forjando, los que en lugar abatirlos, pese a las tormentas, los unieron mas.

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GREGORIO FUE ENTONCES UN TIPO DE SACO Y CORBATA QUE HEREDÓ ALGUNOS TALENTOS DE SUS ANCESTROS PERO SUPO DESARROLLAR SU PROPIO ESTILO DESCUBRIENDO OTRAS CAPACIDADES, ENTRE LAS CUALES ESTABA SU AMOR POR LA NATURALEZA. CON LUCIANA SUPIERON PONER EN SU LUGAR EL ASPECTO ECONÓMICO Y NO SE DEJARON ATRAPAR, LOGRANDO VIVIR A LA MANERA QUE ELLOS QUISIERON Y CUIDANDO DE LOS VALORES QUE CONSIDERARON MAS IMPORTANTES.


nota final: dedico este humilde cuento a todas las personas que
                 de algún modo han sido su inspiración y a los
                 se sientan identificados con el mismo.
                  Gracias a todos por todo......


                                                       lao paunero


                  
                 

martes, 18 de diciembre de 2012

CAPÍTULO TRECE DE GREGORIO

Ni bien se concretó el compromiso matrimonial de Gregorio  y Luciana sucedieron diversos hechos directa o indirectamente relacionados con ello. De los cuales no puedo omitir ninguno, salvo detalles para no extenderme demasiado.
Después de haber viajado a Tandil acompañado de Manuel y concretada la ceremonia y fiesta de bautismo del hijito de Don Pedro y Doña Nolfa, que dicho sea de paso le significó otra inyección de afectividad para su vida; concretaron el casamiento a los tres meses en una capilla cercana y la fiesta la realizaron en el salón grande de la cantina porque fue bastante sencilla y familiar; participaron de ambos eventos todas las personas que te  fui mencionando en esta historia
y alguno que otro pariente y amigo como el mismísimo Carlos Caloggero que  terminó regresando a este país por asuntos de negocios. Fue sencillamente hermosa y trajo con ella algunos valores agregados como que Luisa, la hermana mayor que se había quedado para vestir santos y Don Manuel que estaba viudito y solo,  terminaron casándose al poco tiempo de conocerse en esta circunstancia; a los padres les costó un poco el alejamiento de aquella pero todo se fue arreglando con el tiempo ya que consiguieron a alguien que la reemplazara en sus tareas de la farmacia; "bien vale una misa" dijo el papá en forma metafórica aludiendo a una frase bastante conocida en esos tiempos refiriéndose a que era un buen costo para que su hija fuese feliz.

Nuestros principales protagonistas  viajaron nada menos que en tren hacia la primer ciudad balnearia de la Argentina, conocida como Mar Del Plata, donde consiguieron alojamiento y pasaron una hermosa luna de miel.

Cuando regresaron ocuparon la casa que contentos les cedieron los flamantes suegros, quienes muy a la italiana, la habían construido hacía mucho tiempo "cerca de la familia por si acaso".


Gregorio continuó su trabajo muy eficazmente en la aduana creciendo aun mas en el concepto y prestigio muy bien ganados.
Aceptó formar parte de la sociedad con Manuel y Alfeo aportando capital, conocimientos en lo administrativo, y también trabajando en la atención de los clientes junto a Luciana durante los fines de semana y feriados, que eran las ocasiones en que había mayor concurrencia.Para ese entonces habían logrado poner en marcha dos de los famosos "Cantinobodegones" como les llamaban familiarmente ellos mismos.Empresa muy inspirada y bien ideada como para que con los años fuera creciendo.

En ese tiempo nacieron los dos primeros hijos muy seguiditos, la mayor era una preciosa mujer y el segundo un lindo varón. Ya que estoy te adelanto que con los años llegaron a ser ocho hermanos en total, de los cuales eran dos mujeres y seis varones, quienes con el tiempo, estudiaron y se dedicaron a distintos trabajos y fueron encauzando sus vidas en diversas situaciones y actividades, pero una de las cosas que los identificaba entre ellos, era la inclinación musical, por lo que a pesar de tener talentos compartidos con matices diferentes, muchas veces iban a tocar y cantar en conjunto en los mismos negocios de la familia y en otros lugares, cosa que favoreció grandemente la unión entre ellos. Produciendo gran alegría también a los cuatro abuelos, que de algún modo siempre participaban de la algarabía de los espectáculos musicales y encuentros familiares.


Durante los tres años que continuaron en Buenos Aires, Gregorio mantuvo las mismas ocupaciones, pero tenía que viajar muy seguido en tren a Villa Brille para controlar la construcción que había iniciado en la parcela de seis hectáreas que ya estaba pagada en su totalidad y a un buen precio, con la finalidad de mudarse definitivamente a ese lugar. Lo cual como es obvio, le costaría bastante desapego a los padres de Luciana, no solamente por ésta, sino porque consideraban a este muchacho como si fuera un verdadero hijo, al mismo tiempo que les resultaba difícil alejarse un poco de los dos primeros nietos, que eran, como dije, una nena la mayor y un varón hasta ese momento. Pero Gregorio y Luciana pensaban que sería beneficioso para poder evitar que sus hijos fueran educados sin las intervenciones excesivas de sus abuelos que estaban un poco sobrecargados, sobre todo la abuela Catalina que se veía obligada a cuidarlos para que Luciana pudiese atender en la Cantina sin poderse dedicar a la cocina que era lo que mas le gustaba hacer.

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Nuestro amigo con su gran temperamento y circunstancias vividas, había forjado un carácter firme junto a su esposa, con ideas claras sobre la vida que querían llevar y la que deseaban brindarles a sus hijos.

Resultaba claro que había obtenido una buena cosecha de frutos  durante todos estos años. Por un lado Gregorio asumía que era una persona educada "de saco y corbata" con buen carisma para el trato con las personas y capacidad de conducción y organización. Por otro lado no deseaba descuidar su faceta descubierta durante estos años de aventura, que revelaba su gusto por la naturaleza y el deseo de vivir en contacto con la misma y un poco bastante de lo que ésta les podría brindar.

Entonces eligieron vivir asi no precisamente para ganar mas dinero, por eso es que cuando llegó el momento de irse vendió su parte de la sociedad a Carlos Caloggero, quien se interesó muy gustoso por las buenas perspectivas que el negocio ofrecía resultando ser un eficaz aporte para la empresa, a la vez que Gregorio pudo obtener una suma interesante de dinero que le sirvió para concretar mejor aún sus propósitos.


Casualmente en esos dias, se encontró con la sorpresa de que el dueño de la pensión, ese señor amable, bajito pero algo robusto, lo fue a buscar para decirle que había llegado una nueva correspondencia a la estafeta  postal. 
Cuando la fue a retirar no pudo dejar de sorprenderse porque se trataba de una carta de aquél guarda de tren que había conocido durante su viaje de regreso después de haber estado con sus padres,  de ascendencia polaca llamado Tomasz Kowalski, donde le decía que necesitaba hablar con el. Dejó de sorprenderle cuando recordó que era muy posible que necesitara ayuda para algún pariente que vendría a la Argentina, tal como lo había pensado en aquella oportunidad en que le solicitó sus datos personales.....


Pero lo que este señor hizo, fue ofrecerle el puesto de Jefe de la Estación de Villa Brille que estaba revistiendo para ese entonces mucha importancia. Cobraría un sueldo casi igual al percibido en su ocupación habitual y continuaría haciendo aportes jubilatorios. Asi fue como entendió porque era que con tanto interés  había tomado sus datos personales y la forma de conectarse con el. Evidentemente este señor mayor tenía toda la sabiduría de los años bien aprovechados y estaba muy relacionado con las autoridades de Ferrocarriles.

Gregorio previamente lo compartió con  Luciana y luego aceptó sin dudar, dándose cuenta ambos esposos que todo cuadraba con sus planes y que era misterioso pero evidente como todo parecía guiado desde el Cielo......




nota: en la próxima semana daré a conocer el final de esta historia acompañado de otros interesantes detalles....

                   muchas gracias

                                  lao paunero


martes, 11 de diciembre de 2012

CAPÍTULO DOCE DE GREGORIO

Al otro dia de volver del reencuentro con sus padres y quedarse dormido en la bañera, recién a la noche se pudo enterar de cual era el contenido de la carta que le habría anunciado el dueño de la pensión. Traía en ella una gran noticia, y era que doña Nolfa había dado a luz un sano varón al que le querían poner su nombre por el afecto que le habían tomado y le pedían que fuese el padrino. El bautismo se haría en la capilla de la Villa Don Bosco.
Por supuesto que Gregorio les respondió muy entusiasmado favorablemente pero, haciéndose la salvedad de que habría que acomodar la fecha de ese nuevo viaje a Tandil a sus posibilidades, a las  que analizaría ni bien le resultase posible.

Al dia siguiente ocurre otro suceso, el cual quienes han leido con atención ya lo vienen intuyendo.....

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Don Manuel, cuando Gregorio pasó a almorzar, lo estaba esperando con un rico guiso de lentejas a la española y frutas frescas de postre,finalizando con un vaso de vino tinto muy especial y un buen café.Cuando ya se encontraba degustando dicho vaso y de sobremesa, Manuel le propuso que lo acompañara a la cantina por la noche para hablar con Alfeo de negocios importantes, de los que ya le había hablado en otra ocasión y que daba por descontado a el también le interesaría participar en ellos.

Asi fue que siendo la noche viajaron en un mateo rumbo a la cantina, carro con caballos muy elegante que hacía como de taxi de paseo por aquellos tiempos. Ocasión que Don Manuel aprovechó para ratificarle que su intención era abrir algunos bodegones en las orillas del Río de La Plata y que deseaba que entre los tres unieran sus esfuerzos en ese proyecto, tomando en cuenta la amistad, capacidad y solvencia con que contaban.

Pero Gregorio sospechaba de que también habían otros segundos propósitos en esta visita a Don Alfeo....

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Ni bien llegaron, allí estaba Luciana  mas linda y resplandeciente que nunca por la emoción que reflejaba con el encuentro, la que sin perder tiempo le preguntó enseguida si se encontraba enojado con ella y porqué era que no había vuelto a verla nunca mas. Todos sabemos que por aquellos tiempos le resultaba muy dificil o casi imposible a una mujer adoptar esta actitud ante un hombre, pero parecía ser como que las papas estaban quemando y no se debía perder la oportunidad de este momento tal vez irrepetible.Para cuestiones como éstas, no hay nada que supere al instinto femenino.
En realidad parecía que nuestro protagonista no tenía mucha argumentación para dar una explicación porque no había habido entre ambos ningún intercambio de palabras que diera como para fundamentar un alejamiento tan drástico.

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Todo había sido una cadena de interpretaciones apresuradas de nuestro joven, pero en realidad había actuado en consecuencia a como se habían dado los hechos, pero por lo visto había actuado muy subjetivamente.

Algunos dicen por ahí, que el hombre parece ser un poco miedoso para cuando llega el momento de decidirse en cuestiones del amor y que suele andarse con rodeos hasta que finalmente resuelve dar el paso.

Por un lado Carlos Caloggero había venido a la Argentina buscando hacer negocios porque de ello se ocupaba y contaba con experiencia y capital suficiente, y como éste pais se presentaba interesante para ello....
El hecho de que fueran comprometidos con Luciana fue puramente ocasional, ésta era muy pequeña en esa oportunidad y todo había sido un arreglo de familia que ambos habían decidido disolver ni bien se produjo la visita reciente...
No hubo ni besos, ni caricias, ni nada, se encargó de aclarar efusiva y dignamente la linda italianita, ante la mirada celosa de Gregorio.
Sus familias se habían conocido por el hecho de convivir en la misma aldea lo cual implicaba un alto contenido de localismo y alguna especie de sentimiento de pertenencia como si fueran algo así como "de la misma familia"....
Era lógico y natural por aquellos tiempos que estas cosas de parejas por compromisos sucediesen....
Pero no sentían nada de amor el uno por el otro y el rompimiento de la relación formal no implicó ningún deshonor para ninguno de los dos ni a sus familias....

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La carta que le había mandado Luciana se refería precisamente a un amoroso reclamo, que le explicaba claramente  que "no habría fiesta, ni ceremonia de casamiento con Carlos Caloggero, ya que ni remotamente ella habría tenido esa intención porque el compromiso había sido cuestión de familias,  era muy pequeña y  se encontraba esperándolo para que se continuaran frecuentando como hasta ahora"

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Ante todo ésto la buena de Catalina le dijo que desde que el se había ido, al ver que pasaban los dias y no regresaba, "Luciana no paraba de andar llorando por los cuatro rincones completamente desconsolada"

Gregorio sintiendo que el corazón se le saltaba pero manteniendo su postura de hombría muy resuelto por fuera, pero temblando por dentro, tomó de las manos a la niña y mirando fijamente a los ojos de Don Alfeo le solicitó su formal autorización de noviazgo con fines matrimoniales a lo que éste le contestó textualmente : "era hora que te decidieras filio mio" 

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Las lágrimas se hicieron risas...abundaron besos y abrazos entre todos....con efusividad muy italiana.

Don Manuel mientras se reía con una gran carcajada hasta reventar muy española, adicionó un pícaro comentario de "ya cayó el chivo en el lazo" que produjo un silencio por segundos, acompañado inmediatamente por nuevas y estruendosas carcajadas... 

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recomendación:
                           no te pierdas los últimos capítulos de esta interesante historia.Que tal vez, a pesar de ser muy común quiere transmitir profundos contenidos. Si desean enviarme nuevas críticas les estoy muy agradecido porque aprendo de todos ustedes.

                           muchas gracias
                            lao paunero


viernes, 7 de diciembre de 2012

(capítulo once) AVENTURAS Y DESVENTURAS DE GREGORIO

Después de haberse encontrado con sus padres y hermana mayor, y de haber permanecido con ellos casi ocho dias. El espíritu de Gregorio había crecido mucho mas de lo imaginable. Tenía gracias a ello la mente mas despejada que nunca. Era como haberse extraido un grande y molesto incordio del cuerpo. A lo que se sumó el hecho de haber encontrado un caudal afectivo que hasta ahora le era desconocido. Había ingresado, podría decirse, a otra dimensión, lo cual le proporcionaba una visión mas acertada para sus próximas futuras decisiones. Sentía que sus próximos pasos se encontraban ordenados encadenadamente como si fueran fichas de un dominó bien jugado. Sin lugar a dudas, ese fue el paso que le ocasionó mayor maduración. Ahi comprendió con profundidad aquel consejo de Don Alfeo cuando le dijo: "en la vida tené que salir de primero de un charco para depué pensar en el otro" y de Don Manuel cuando le dijo: "hombre, empieza por el callo que mas te duele". Pero también comprendió que durante el resto de su existir lo acompañarían una sucesión de charcos y  callos que con seguridad tendrían importantes razones de ser.


Sabemos que toda despedida trae de la mano un regreso, lo cual genera la expectativa de una bienvenida.  Ésto a su vez desarrolla un proceso interior sumamente importante en casos como éste. Te despides de donde te recibieron y te reciben de donde te despidieron. Tienen éstas vivencias, una gran implicancia sobre la afectividad y la seguridad en uno mismo.


Aún asi sobrevolaban sobre Gregorio pájaros de nuevas dudas. Sin abundar agrego aquí, que dudar es de inteligencia bien aplicada.
Intuía que le faltaban piezas que ordenar y que emergiera algún otro acicate para seguir adelante su caminar.

Como no tenía ganas de pensar demasiado se fue al vagón comedor y pidió un chopp de una cerveza tirada muy rica y un sandwich de pan francés bien grande, rellenado con jamón crudo y queso; tanto como para alimentarse bien y a su gusto.

Como era el mediodía del domingo, viajaba poca gente y el guarda elegantemente vestido con su uniforme, se tomó la confianza de darle lata y como a Gregorio no le molestaba, se terminó sentándo frente a el haciéndole todo un desfile de preguntas. Le venía bien la compañía porque necesitaba distraerse precisamente. Al enterarse que era funcionario de la Aduana le solicitó respetuosamente le proveyera de su nombre y una dirección postal; ante ello le indicó la Estafeta Nro.3 de Buenos Aires, ya que quedaba cerca de la pensión donde su dueño habia quedado en avisarle cada vez que llegara correspondencia a su nombre, aunque hasta ahora nunca se había dado esa situación.
No puso objeción por ese pedido, porque como el guarda era de origen polaco, supuso que seguramente tomaba la precaución de conservar sus datos por algún familiar que ingresase al pais y necesitara algo de orientación, le pareció muy natural.

Siendo horas de la tarde y a pleno sol, muy calurosa para ser noviembre, con la tradicional pegajosidad de esa zona sobre la camisa, compró una longaniza, fruta y pan por el camino a la pensión, en la cual entró directo pensando en darse un buen baño.
Diciéndose a si mismo, que iba a "desensillar hasta que aclare", frase adquirida en su convivencia con los parroquianos de la Estancia de Paysandú. Queriendo decir despojarse de los bártulos, comer,refrescarse, dormir y reordenar tranquilo sus próximos pasos. 

Es curioso como a las personas se nos van pegando las expresiones que adoptamos en distintas circunstancias en las que vamos conviviendo.Esas expresiones  -reflexionaba exageradamente nuestro amigo- son tantas como palabras tiene el diccionario. Con seguridad  su interior iba creciendo mucho mas que en las frases que utilizaría en su vida, pero éstas terminan siendo como ventanitas del alma cuando uno las ha incorporado como si fueran propias.

Mientras se estaba bañando muy relajado comenzó a imaginar como si su existencia fuese un escenario donde aparecían las distintas personas a las que estaba mas ligado hasta que se quedó dormido en la bañera.

Soñaba que estaban las personas de la estancia, desde el Gringo hasta toda la peonada; las de la Granja de Tandil, donde aparecía entre otras,  Doña Nolfa con un bebé en brazos, Don Pedro y los tres otros hijos de ambos; luego Don Irazábal, Don Manuel y Don Alfeo con  su esposa Doña Pascualina, que asi se llamaba, era muy buena mujer y se destacaba como gran cocinera.
Iban caminando en procesión, pero adelante de todo estaba Luisa en su bicicleta, detrás de ella los papás de Gregorio tomados del brazo; luego Don Manuel llevando un estandarte con un sol dibujado.Atrás de la fila estaban Benancio el hijo del viejo cacique Tehuelche, montado en un caballo de hermoso color azabache con una larga crin y a su izquierda estaba Gregorio cabalgando al paso con el tobiano y  llevando en ancas a Luciana que lo rodeaba con sus brazos con cara de contenta. Al final de todo iban un montón de perros moviendo la cola simpáticamente.

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Entonces despertó sobresaltado por los golpes que daba en la puerta del baño el dueño de la pensión que era un señor muy bajito pero gordo vestido habitualmente con un pantalón que le bailaba en el cuerpo, sostenido por tiradores muy anchos.
Llamaba asustado y con cierta energía porque hacía como una hora y media que Gregorio no salía, pensando en que le podría haber pasado algo. Desde afuera no se podía abrir porque tenía una traba del lado de adentro. Entonces éste se levantó medio dormido y abrió envuelto en un tohallón para ver que era lo que sucedía. Vuelta la calma, le avisó de paso que casualmente, había correspondencia a su nombre en la estafeta postal.  

martes, 4 de diciembre de 2012

SIGUEN LAS AVENTURAS (capítulo diez)

amigos: para entender esta historia es recomendable pegarle una lectura rápida a los capítulos anteriores. Gracias por todo
                                                                                             LAO PAUNERO




Gregorio  decidió  reencontrarse con sus padres después de haber transcurrido cinco años desde que se fuera en busca de nuevos caminos para alejarse de paso de los conflictos familiares.
Luego de enfrentarse con la aparente realidad de que Juliana ya estaba casada con Carlos Caloggero. Resolvió saltar el segundo charco que sería nada menos que ir a la búsqueda de sus raíces.

Después de dormir profundamente y tomar esta decisión, cuando fue a la Aduana para cumplir con su trabajo habitual, solicitó a Don Irazabal hablar en privado.
Este era una persona bastante seria en los asuntos laborales pero lo escuchó detenidamente en sus argumentaciones y le concedió la autorización para que desde el dia siguiente, que resultaba ser sábado, se tomase una licencia extraordinaria -que compensaría con horas extras- para reintegrarse el otro lunes; o sea que dispondría de casi nueve días para tratar de lograr satisfactoriamente este  objetivo.

Al día  siguiente muy temprano emprendió el viaje para la Ciudad de La Plata en ferrocarril. Desayunó en el vagón comedor y ocupó un asiento para no fumadores durante el trayecto.

La verdad es que viajar en uno de estos trenes ingleses,  era la primera vez que lo hacía y resultó ser  una grata y deslumbrante experiencia, que ignoraba por completo  que con el tiempo se constituiría en algo rutinario para él. Y tampoco sabía que iba a hacerse de muchos amigos en futuros trayectos. En esa época, hacer este viaje era entretenido y por mucho una gran ocasión para conocer otra  gente. Pero no quiero desviarme del tema central que nos ocupa. El asunto es que por el momento le sirvió para olvidarse un poco de sus preocupaciones.
Es que se le ocurría pensar en que el era demasiado serio para tomarse la vida como lo hacía, siendo para ello bastante joven no parecía ser común. Pero  debía asumir que tenía esa característica muy propia de su personalidad y 
muy programada en su matriz, la que por mas que quisiera , no la podría cambiar.

Ahora su mente estaba enfocada en el propósito de encontrarse con sus padres. Y lo presionaban una gran carga de amargura y temor a la vez, progresivos a medida que se iba acercando a destino.

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La vieja casa en la que vivió su infancia y parte de su juventud estaba habitada por extraños y muy reformada, a pesar de que el alma de otros tiempos continuaba allí y de que estaban casi todos los árboles en que se trepaba y el gran pino junto a la enorme  araucaria             
estaban intactos solamente que mas viejos, aunque ésto es un decir, ya que a los árboles no se les nota demasiado el paso de los años como sucede con las personas  y debe ser asi porque la vida de los primeros es mucho mas larga. No puedo dejar de mencionar el gran impacto emocional que le produjo pasar por allí junto con la vaciedad extraña que hizo sentir el hecho de ver la casa vendida por los viejos  sin entender las razones que los llevó a tomar esa decisión. Estos platos fuertes no suelen ser bien digeridos por un hijo, sobre todo cuando tuvo que tomar distancia por necesidad de no involucrarse en las reyertas de pareja de los propios padres, ni en sus decisiones, ya que  por ellos como  lo dije en otra ocasión tenía mucho amor y respeto,  lo cual como también lo había dicho con otras palabras, le producía  paz de conciencia gracias a esa misma actitud que siempre había adoptado y que le había dado la libertad interior como para poder decidir su alejamiento.Pero, he de hacer notar que pasar por éstos lugares le causaban hasta temblor en las piernas y le costaba mucho cumplir con esos pasos ineludibles.
Los ocupantes de la casa, no conocían a sus papás, ni tampoco sabían acerca del paradero de éstos.

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Fue también a la farmacia  pero descubrió que  eran otros sus dueños y que tampoco sabían mucho para informarle,  ya que la habían adquirido a través de un intermediario por lo que no llegaron a conocerse. Se encontraba casi en el mismo estado en que la recordaba, solo que no tan cuidada y prolija como siempre lo estuvo, acorde con la manera ordenada de ser de su papá . 
Le desfilaban distintas ideas funestas y su angustia iba en aumento, pensando en lo que podría haber sucedido.

Como todavía no era el mediodía, se tiró el lance improvisado de acercarse a la escuela donde siempre había ejercido su mamá como directora. Sabía que era una idea un tanto loca porque siendo sábado era muy raro que encontrase a persona alguna en el lugar. Pero venía a ser lo que se dice un manotazo de ahogado, un último intento un poco desesperado. Cuando ya se encontraba decepcionado y pensando en el regreso, se encontró con el edificio de la vieja escuela con puertas y ventanas completamente cerradas. Y cuando se dispuso a emprender el regreso se escuchó un ruido y se asomó Don Ramón el viejo portero que a su vez era  cuidador del edificio y vivía en el lugar. Lo reconoció enseguida y éste fue muy amable con Gregorio brindándole la información que necesitaba. Adivinándose  por su reacción que por lo menos su madre estaba viva.
Recorrieron juntos el viejo registro de firmas que había en el archivo del establecimiento, de donde se extrajo muy claramente que estaba jubilada desde hacía dos años y que su domicilio actual se encontraba en un pueblito, conocido como Villa Brille ubicado a unos veinte kilómetros en dirección a la capital y emplazado en las inmediaciones de una nueva estación de trenes.
De su padre y hermanos no podía deducir nada hasta el momento, lo único seguro era que su viejita estaba viva.

Un verdulero que había ido a buscar provisiones para su negocio en el Nuevo Mercado Regional, lo llevó en su carro con caballos de tiro hasta la villa, dejándolo en la misma estación, donde preguntó a un canillita, el que supo enseguida como orientarlo porque su padres resultaban ser muy conocidos en el lugar.
Sabiendo entonces que los dos se encontraban vivos, muy contento entonces llegó enseguida a una pequeña y recién  construida casa con jardín y un local donde funcionaba la primera y única farmacia del pueblito. Lo recibieron con gran escándalo por la gran alegría que tenían de verlo. Las diferencias observables en ellos era que estaban un poco mas viejos pero mucho mas felices.Lágrimas y risas sumadas al querer hablarse y preguntarse todo al mismo tiempo suelen conformar un excelente cóctel en los casos como éstos. Su papá  
irradiaba felicidad y se sentía como pato en el agua en su casa y en su trabajo. Hay que hacer la salvedad de que en aquellos tiempos los farmacéuticos eran mas bien boticarios, ya que muchos de los medicamentos debían ser preparados con las propias manos, ocupando en consecuencia un lugar reconocido ante los vecinos. La otra gran sorpresa fue que Luisa, su hermana mayor vivía con ellos y se había quedado solterita  para vestir santos como se dice, pero estaba contenta, constituida en un apoyo fundamental en todos los sentidos y entre otras tareas andaba por la villa en una de las pocas bicicletas  que había en la zona repartiendo remedios y dando inyecciones a los clientes, que por cierto eran bastantes y había que recorrer grandes distancias. La mayoría de las bicicletas igualmente que los trenes y otras cosas, eran inglesas y de muy  buena calidad, de color negro y equipadas con luces a dínamo, canásto, inflador, timbre y carterita de cuero para las herramientas, parches y pegamento.

Fueron unos dias maravillosos, llenos de cosas para contarse y sobremesas para compartir. No solamente no hubo nada de reproche mutuo sino que había una demostración de afecto tras la otra como nunca la habían tenido. No te puedo contar lo que significó para nuestro joven aventurero ver a sus padres tan felices. Sus cinco hermanos se habían ido abriéndo camino en la vida para un lado y para el otro, "uno pal norte y el otro pal sur" tal cual decía una de sus canciones que con el tiempo nuestro amigo cantaría con su guitarra de la que nunca se desapegaría como si fuera su amante fiel.

Como broche de oro de este viaje, tuvo la feliz idea de pagar la seña de una gran fracción de tierra de unas seis hectáreas por donde pasaba un arroyo y había muchos árboles añejos y un antigúo molino estilo holandés en impecables condiciones de conservación, ubicada en la zona de quintas de Villa Brille emplazada del otro lado de la estación y a unas veinte cuadras de distancia, cuya inspiración surgió por un comentario que salió de la boca del verdulero Don Milano, hombre práctico,  de trabajo y luchador, que por intuición le suministro los contactos antes que se bajara del carro.

Esos casi ocho días que duró esta visita, lo hizo sentirse totalmente renovado y  que tal vez  habría sido el charco mas importante que hubo de pasar hasta el momento.

La despedida no fue como las anteriores, ya que se sentía en el aire el afecto cultivado a pasos gigantes y lo mas concreto era que no se encontraban tan lejos y podrían verse bastante seguido. El cariño demostrado por sus padres y por Luisa le llenaron todo lo que no había logrado con ellos hasta ahora. Los abrazos y besos fueron por demás emotivos.

Cabe aquí la reflexión de que precisamente para crecer en el amor no deben existir cuestionamientos del uno hacia el otro porque sería tirar todo abajo y nada construiría entonces.

Los bríos que esta vivencia desarrolló en nuestro amigo no hay páginas ni letras que puedan expresarlo.


Con el tiempo se notaría lo importante que fue este encuentro en la vida de Gregorio, el que como valor agregado, traía con ello, la  instintivo racional decisión de haber comprado la fracción de tierra.