miércoles, 11 de junio de 2014

1- UNA HISTORIA MAS O MENOS REAL

















cuento con connotaciones de realidad
para leer despacio....
agradezco a quien quiera participar leyendo o aportando alguna opinión.- 
SON CUATRO CAPÍTULOS BREVES
(los publicaré semanalmente)













PRIMERA PARTE

Como hacía mucho frío lo convidé con una taza de chocolate y un trozo de la torta que me había regalado una señora de esas que suelen ir al Servicio de Orientación. 
Sentados uno frente al otro, sin escritorio de por medio, puse mucha atención en su relato, que a pesar de que le costaba bastante, fue tomando confianza.
Por su manera de hablar reflejaba un herencia cultural bastante posicionada; educado en sus modales, respetuoso en su actitud...


"Tuve lo que se puede llamar una infancia de oro, me dijo. Éramos varios hermanos que cuando recién había oscurecido, nos pasábamos mirando para el lado de la puerta de calle hasta que llegaba mi papá. 
Nos poníamos muy felices cuando lo veíamos entrar. Nos abrazaba muy cariñoso a uno por uno y siempre acostumbraba traernos alguna golosina que nos daba en el momento y terminaba siendo el postre de la cena. Lo cual, hacía que rutinariamente nos fuéramos a lavar las manos, cepillarnos los dientes y despedirnos también de mamá, al mismo tiempo que el acostumbraba a darnos muy ceremoniosamente la bendición haciéndonos una cruz con el dedo pulgar sobre la frente.
Yo sentía que éstas y otras cosas cotidianas no me podían faltar para dormirme tranquilo. 
La costumbre era irnos a dormir "con las gallinas" decía ella, ya que nos acostábamos cuando recién oscurecía pero muy contentos y nos levantábamos también temprano con el mismo buen humor "con el canto del gallo". Mi mamá para que me entienda, tenía esas costumbres adquiridas porque su padre había sido estanciero y ella se había criado con ellas.

Éramos cinco hijos felices, de los cuales dos eran mujeres y yo el anteúltimo de todos, me explicaba con ansiedad Jeremías. Aderezando su relato con un montón de detalles que parecían como salidos de un cuento hermoso de esos en los que se vive "felices para siempre", lo cual al comienzo me había hecho dudar de su veracidad, hasta que debido a muchas observaciones y preguntas fui constatando que realmente todo era cierto, que no fantaseaba para nada en su relato. Sucede que además  tengo experiencia de muchos años de contacto con diversos chicos que padecieron diferentes problemáticas familiares como para conocer la credibilidad del relato. 

Me habló entre otras cosas acerca de los enormes pesebres que hacían en su casa, las comidas domingueras, sus dos viajes a Europa para visitar a sus familiares. Los paseos que hacía con su papá para acompañarlo en su trabajo cuando hacía recorridas por la provincia. Los carnavales divertidos, las idas al circo, al espectáculo del mago y muchas cosas como ésas.

Todas los relatos que me fue contando parecían salidos de un sueño, ya que reflejaban una hermosa y feliz relación con sus padres y con cada uno de sus hermanos.

Para agregar, la casa tenía todo lo que un chico como el podía desear de acuerdo a sus inclinaciones. Mucho terreno, variados árboles, pileta para nadar, juegos de jardín, caballo, gallinero, perros, conejos, etc. Asimismo estaba implantada en un tranquilo pueblo semirural o tal vez semiurbano en progreso, donde todos los vecinos se conocían entre si, se cuidaban y ayudaban unos a otros como si fuesen de la familia, me decía entusiasmado.

A la única escuela que había nos íbamos caminando, explicaba, y era para nosotros muy divertido asistir. La maestra nos trataba muy bien pero sabía enseñarnos con exigencia, a pesar de que terminaba siendo como amiga de todos nosotros, incluyendo a nuestros padres.

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A un chico cuya primer infancia fue como vivir adentro de una burbuja, nunca se le ocurre pensar que ésta podría pincharse... 


8 comentarios:

  1. Es un buen comienzo. Planteas una idea de felicidad para insinuar que se terminó...

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  2. Coincido con Demiurgo. Quedo expectante para ver cómo sigue la historia.
    =)

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  3. Un relato real, que la vida te da en muchas ocasiones y que veo normal, si sabemos educar a nuestros hijos en la prioridad de los valores realmente importantes, en el día a día en que la familia disfruta y comparte lo que tiene.
    Criar a los hijos con mesura, es el mejor aval para momentos de altibajos en la vida. Si por el contrario, los malcriamos en la burbuja de la opulencia, y luego viene un revés, las tornas pueden torcerse y los niños o jóvenes, según los casos, pueden ahogarse en la piscina de su infelicidad, al encontrársela vacía de las cosas que realmente valían la pena.
    Espero tus próximos relatos con mucho interés.
    Un abrazo.

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  4. en la totalidad o en parcialidad pareciera copia de la estampa feliz que personalmente viví .
    Mi cuadro familiar triplemente numeroso...
    Prosigue la historia: Pinta muy interesante, Lao
    Abrazos

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  5. Vengo tarde pero aquí estoy.

    Lindo relato el que nos dejas se parece mucho a la vida en provincia. Te cuento que en Guatemala acostumbran mucho a decir despertarse con el canto del gallo.

    Por aquí vendré por los otros tres capítulos.

    Un saludo carióso.

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  6. GRACIAS AMIGOS POR SUS LECTURAS Y COMENTARIOS, LES DOY MUCHA IMPORTANCIA........

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  7. Lástima que va a venir la de arena, acá estamos Lao, esperando tu historia, un abrazo!

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  8. Muy bien transmitido el primer capítulo Lao. De momento infancia feliz, pero me da a mi que algo va a cambiar. Un fuerte abrazo y buen fin de semana amigo.

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