jueves, 6 de septiembre de 2012

BUENOS VECINOS

Las casas estaban comunicadas a través de los alambrados, no habían muros. Podría decirse entonces que "no habían fronteras".
Lo común era que los vecinos se saludaban y hablaban desde una vivienda a la otra. 
Los chicos nos prestábamos juguetes y nos pasábamos fácilmente de un lado al otro con toda confianza, pero con respeto, para divertirnos.
Incluso los mayores cuidaban de los hijos del otro sin mayor dificultad.

Era muy natural prestarse una taza con azúcar o lo que fuera. También se intercambiaban huevos de pollo por huevos de pato para incubar.
Se compartía la fruta y verdura que cada uno cultivaba.
Éramos como una gran familia.



¿Y el chusmerío?   El chusmerío era el control social natural de aquellos tiempos. Las viejitas y las no tan viejitas se reunían a conversar en las esquinas y mientras tanto "bichaban" pasar a las chicas y a las no tan chicas, y a los chicos y a los no tan chicos. Se hacían las que no, pero no se les pasaba por alto ningún detalle.

Eso si, para hacer una travesura no tan traviesa, tenías que ser muy hábil y tener un compinche.





Cuando llegaron las primeras heladeras las señoras las hacían colocar cerca de la ventana de adelante para que pudieran verse desde afuera y así las vecinas podían envidiar con comodidad.

Junto a la ostentación nació el consumo cada vez mas desmedido y luego el camino aparentemente fácil del crédito y las "cómodas cuotas" se promocionaban por todos los medios de comunicación de los que se disponía.
Recuerdo que "mi viejo" decía ¿quien dijo que las cómodas cuotas son cómodas?. Éstas fueron los ancestros de lo que hoy son las tarjetas de crédito.




Hoy los chicos de diez años reclaman a sus padres, o especulan con la disfrazada "bondad" de sus tíos o abuelos entre otras cosas, para que les compren por ejemplo un celular de última generación, para poder "cancherear" ante sus amigos, que mas que amigos vendrían a ser competidores.

¿Que podemos esperar? , si sus bisabuelas ponían la heladera junto a la ventana principal para poder despertarles envidia en sus vecinas amigas, llámense también competidoras.

Es muy lógico entonces que actualmente, las economías se escapen de las manos de los gobiernos, los cuales uno no tiene bien claro si entre ellos hay una buena relación de vecinos cuando vemos a los funcionarios abrazarse unos con otros. Cuando por detrás los grandes capitales los mueven a su antojo como fichas de ajedrez.

7 comentarios:

  1. Me has hecho volver a mi primera infancia. Nací con las terribles consecuencias de la guerra civil española y a la par, del término de la segunda guerra mundial.
    España,por aquel entonces era una nación totalmente empobrecida, a la vez que destruída. Recuerdo las cartillas de racionamiento, y la falta de cosas- que aunque no fue nuestro caso gracias a Dios- más imprescindibles, y que hoy en día, se tiran a la basura totalmente nuevas.
    Lao, llevas toda la razón al comentar la forma en la que estamos malcriando a nuestros hijos , y en mi caso, a mis nietos.Hoy, no se le da valor a nada y los móviles (celulares) son, junto con otras muchas cosas, de lo más común.
    Les hemos formado en el yo, mi , me, conmigo.
    Sobre los políticos, te diré sólo una cosa, o mejor dicho dos: Nunca quieren dejar su poltrona, y muchos de ellos, llegan maltrajeados, y al poco tiempo visten de Adolfo Domínguez, Loewe, Armani etc.etc.etc.
    Hay que decir en favor de la clase política, que los hay decentes. Son los menos, pero que muchas veces, si persisten en ser honestos, les aburren, haciéndoles la vida imposible.
    Comentamos con nuestros hijos, mi mujer y yo, que pese a las muchas carencias tecnológicas y de todo tipo que vivimos en nuestra juventud, no la cambiamos por la forma de vivir y comportarse que tienen los jóvenes actualmente.
    Disculpa mi extensión y gracias por los chismorreos y los helados de las viejas.
    Un fuerte abrazo.

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  2. Lao, el mundo del consumo nos está consumiendo, confundimos progreso con acumulación de objetos, es tan difícil marcar un límite entre lo necesario y lo superfluo y como bien decís los que manejan los hilos se ríen desde arriba, hay que virar el rumbo, abrazo!

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  3. Y la gente mata por las cosas... Tan lindo que era ser comunidad, en la que no faltaba absolutamente nada.
    Un gran abrazo.

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  4. Me da risa que con tanta certeza digas que las bisabuelas ponían las heladeras en la ventana para inspirar envidia, siempre lo pensé y cuando lo decía me contestaban que era producto de mi imaginación. Crecí creyendo que tenía una imaginación genial.

    Muy bueno.

    Besos.

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  5. Grandes verdades en palabras
    simples, cuanta sabiduría hay
    en las bisabuelas.
    muy acertado

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  6. Hoy te usarían la heladera, estimado Lao, como trampolín para saltar dentro de la casa.Te desvalijarían, pero sin llevarse la heladera, porque la encontrarían muy usada...aunque tuviera solo un mes "de vida".
    Luego te detendrían a ti por "incitación al robo" a causa de la colocación de la heladera en ese sitio, y los delincuentes quedarían libres y serían compensados por ti conforme a la le, por el mal rato que les hiciste pasar, que sería considerado atentado a los derechos humanos.

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  7. Fe de erratas:

    En vez de le debe decir ley.

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