cuento de seis capítulos
CAPÍTULO UNO
A mis espaldas estaba el ancho río desde donde el sol apenas comenzaba a asomarse...
Me tenté un poco y me quedé un ratito para hablar con los pescadores que estaban a lo largo de la orilla munidos de sus cañas y faroles, por ello se notaba que habían iniciado la jornada desde la noche. Así supe de puro curioso que soy, que se obtenían bagres de río y de mar, carpas, pejerreyes, bogas, surubíes, doradillos y hasta algún que otro dorado venido desde el Brasil debido a los cambios de temperatura.
Ese día el clima estaba algo amenazante porque el viento soplaba con bastante energía desde el sudeste, el cual mermaba en ocasiones y también el agua llegaba a subir demasiado acercándose a las viviendas.
Han habido algunas históricas ocasiones en que se produjo la famosa Sudestada, la que arrasó con las viviendas y algunas personas, pero en esta oportunidad se veían tranquilos tanto a los pescadores como a los vecinos del lugar, lo que me hizo respetarlos con la idea de que "ellos son los que saben y conocen la zona" por lo que no cambié mis planes y seguí hacia adelante.
También fue fiesta para mis ojos, el ver a los barquitos pesqueros que se adentraban hacia el mismísimo mar en búsqueda de otras especies.Es que mis fantasías y mi infantil manera de ser, hace que me distraiga con cosas no previstas que benefician a mi espíritu y convierten al trabajo en algo mucho mas llevadero.
Se me daba por pensar en cuanta sería la gente mal informada que desconoce el sacrificio de estas personas, el amor por la naturaleza que los caracteriza y la solidaridad y honestidad que hay entre ellas.Llevan códigos incorporados desde su crianza que vienen desde sus antepasados.
Era la madrugada y tenía que arrancar temprano porque me habían anticipado que la caminata podría ser muy larga. Eso lo sabía porque había conversado con quienes viven en la orilla, en esas casas de madera montadas sobre altos postes para prevenirse de las subas frecuentes del agua, las que a su vez tienen precarias escaleras de acceso, a tal punto que cuando subís por ellas te parece que se van a romper con el balanceo y el crujir de sus estructuras.
Lo que llama mucho la atención es el variado colorinche de las paredes, fenómeno observable con frecuencia en las zonas portuarias y pesqueras.
Suelen ser gente muy sencilla quienes viven de la pesca...
Aunque en este lugar particular realizan otras actividades, como es la cosecha de junco, que lo utilizan para hacer canastos y cosas parecidas que venden los fines de semana en las ferias de la ciudad o allí mismo a los visitantes turistas que concurren con sus familias para pasar un día entero en muchos casos cocinando en las parrillas costeras, que tienen acceso libre al público.Otros venden carnada para la pesca deportiva e incluso choripanes hechos en unos sencillos carritos de barriles de lata, pero equipados muy convenientemente.
Tampoco te voy a ocultar que es una costumbre muy arraigada en muchas mujeres de esa zona, con la participación o consentimiento de sus propios esposos o parejas, el ejercicio de la prostitución con todos los riesgos que ello implica.Fenómeno difícil de entender...
Ya que estoy te comento un par de características de estas mujeres... por un lado son regenteadas por la mayor y mas experta de ellas quien a su vez ejerce la vigilancia y protección, a la que le alcanza con hacer solo un gesto para que acudan dos o tres hombres según sea el caso, quienes van dispuestos a toda violencia física a que hubiere lugar para ahuyentar a los que se niegan a pagar los servicios o pretendan agredirlas de algún modo, aunque salvo excepciones suele alcanzarles la simple intimidación, si es que no les sirvió la persuación verbal.
En estos casos realizan esa misma actividad las abuelas, las madres y las hijas, las que son iniciadas mas o menos a los doce años con el propio consentimiento y convencimiento de que se trata de algo muy natural; la policía no se mete para nada ni quiere hacerlo porque temen a las represalias de esos ambientes según ellos mismos me lo han dicho, ya que han habido casos hasta de muerte dentro de la misma villa. Solamente ingresan en las ocasiones en que hubiere una orden judicial y suficiente respaldo armado, lo cual a la larga, según los especialistas, suele producir un efecto contraproducente.
Como rasgo singular, como me contó una monjita que regentea un hogar de la zona, todas estas mujeres, absolutamente todas se persignan al pasar frente a la capilla.
Otro rasgo destacable, es que si siendo hombre pasas por allí y te ofrecen sus servicios y no los deseas, debes rechazarlo con mucha amabilidad y sinceridad. Si eres un hipócrita o un patán ellas se dan cuenta enseguida y al caminar un poco mas entre los pasillos es seguro que te va a robar algún grupo de jóvenes. Si en cambio, ven sinceridad en tu actitud, diciéndoles que no deseas mantener relaciones porque realmente no lo querés, te dejan pasar como si fueras alguien de la familia y te respetan entonces, en la misma medida que vos a ellas.
Se trata de un particularísimo mecanismo de control social de ese lugar.
Era la primera vez que atravesaba esa pequeña villa aunque tenía bastante experiencia con otras mucho mas grandes con similares costumbres y en ocasiones, mucho mas complejas; logré ser aceptado en sus pautas y por lo tanto me dejaron pasar con tranquilidad...
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Ni bien atravesé el caserío me encontré con un enorme pantano lleno de vegetación de toda clase, del cual no se divisaba donde era que terminaba.
Para no perderme recordé bien que el sol debía seguir a mis espaldas, o sea del lado del Este, hasta pasado el mediodía, ya que a partir de entonces comenzaría a verse desde el otro punto cardinal.
Caminaría entonces decididamente hacia el Oeste a la búsqueda de un tal Rodolfo Cosentino, a quien debía entregarle un paquete de encomienda aparemente enviado por sus familiares.
Es que yo trabajaba para una mensajería privada muy bien posicionada llamada Mc Douglas, cuyo propietario era un señor irlandés de mucha plata; y no me pagaban precisamente por hora ni por riesgo, pero el sueldo era bueno y me encantaba mi trabajo no solo por el dinero y mi jefe no tenía ni idea de lo que un joven de treinta y dos años padre de tres hijos estaba dispuesto a hacer para poder mantener a su familia; porque era lo que se dice un solterón voluntario de mas de cuarenta y cinco creo y lo único que le importaba era que yo cumpliera con mi tarea. Personalmente tenía muy asumido que no estaba para obtener medallas al mérito o pagas muy extraordinarias.
Compensaba un poco el hecho de tener espíritu un tanto curioso y aventurero. Y pensaba que tal vez con los años cuando peinara canas o estuviese pelado me serviría para contárselo a mis nietos o ganar unos pesos extras escribiendo algún libro sobre estas peripecias....
Bueno Lao, estás cumpliendo con tus pensamientos de entonces, me quedo sentada esperando el siguiente capítulo, un abrazo!
ResponderEliminarQue bueno tener mas de tus cuentos para leer,espero el proximo capitulo,abrazo
ResponderEliminarMi Apreciado Lao, al igual que el último cuento que lei escrito por ti , """Estrellas Fugaces""" que debo decir que me encantó el cuento y su mensaje., éste se aventura interesante , quedo a la espera de tu próximo capítulo.
ResponderEliminarUn abrazo
DEAR LAO
ResponderEliminarEs cierto lo que contás de las prostitutas portuarias, pero viéndolo desde un lugar costumbrista, histórico y social (sin hacer juicio de valores) siempre las zonas portuarias se han prestado más para eso, será no solo por los pescadores sino por los marines de paso. Casualmente leí a fines del año pasado, dos novelas de BEATRIZ GUIDO, extraordinarias FIN DE FIESTA (escrita en los años cincuenta) y otra que no recuerdo el nombre, del año 81 creo. La primera trataba sobre el intendente de AVELLANEDA a fines de la década del treinta, y tenía muchas descripciones sobre las prostitutas de la isla MACIEL, tal cual las has descripto vos (con el fiolo, etc), la otra era sobre las confiterías a la ribera de un río en ROSARIO que no recuerdo el nombre. Sé que en el NORTE del país, se ha practicado mucho el incesto como iniciación sexual, padre e hija (solapado, pero en algunos lugares hasta se ha visto que el padre lo hace para preservar a la familia -cuando queda viudo- o para que el desvirgameitno no sea hostil y vaya a casarse con un marido, ya con experiencia. Al menos supimos de algunos casos en minoridad. No sé, lo de la prostitución, hasta eso, ahora se ha desdibujado (su cuadro, su estructura como vos contás) por el paco, los narcos, los nuevos transexuales. Quizás de hace unos años hasta ahora, algo haya cambiado (espero que no porque sería aún peor quizás).../mirá LAO, hasta eso que hasta ayer parecía siniestro, hoy lo miro con más comprensión y aceptación, que la nueva violencia narco y las redes de trata de blancas. Si la prostitución existió siempre, y JESÚS redimió a MARIA MAGDALENA (viste que en algunas películas la muestran como la esposa "la última tentación de jesucristo de scorcese), y se consideraba un viejo oficio, quizás debamos admitir que existe, no sé, que seguirá existiendo. La pregunta es "como hacerlo zajar de la explotación"; si es que se puede. La Hermanita PELLONI dice que no, que no es posible, que mientras exista una prostituta, siempre existirá un proxeneta explotador, pero otras mismas TRABAJADORAS DE LA CALLE O SEXUALES (Así se autodenominan) dicen que es una profesión loablae y social. Pienso en los hombres solos que quieren compañía, algo de ternura o de acción ¿estaría bien que paguen?, Es un tema para debatir para largo (y tendido, jajajaja), la cuestión es que no haya ni violencia, ni redes, ni narcos, ni muertes (como los asesinatos seriales en mar del plata), ni jackes destripadores (que se la toman con las vulnerables prostitutas), ni menores, ni sometimientos ¿sería posible el libre ejercicio de la prostitución sin todo eso?. Y de ser así. ¿se tendría que limpiar dle contexto espureo al término PROSTITUCIÓN?
Bue, baci lao
bueno el cuento
Seguro, lao, que cuando pintes canas ya tendrás absolutamente repleto el arecón con tus relatos/cuento.
ResponderEliminarLo que narras en este post deja bien evidente el costumbrismo de la zona, aunque muchas de las pinceladas (prostitución, explotación, indefensión, fetichismo monjil...)por desgracia no hallan límite espacial y casi todas las sociedades, aun las más punteras y avanzadas, las padecen o, cuando menos, las enmascaran.
Muy interesante, Lao
Abrazos
Una historia que empieza pintando pintoresca, ya sea por la descripción del lugar, de las costumbres, como por el protagonista, que, con su espíritu aventurero, nos ha comenzado a dejar en espera de instancias para recordar (desde ya se anticipa a cultivar un anecdotario para sus descendientes, algo que promete!)
ResponderEliminarBeso, y te sigo en la narración.
Gaby*
Hola Lao, voy entrando en los detalles descriptivos de tu relato, seguiré los siguientes si Dios quiere.
ResponderEliminarCon ternura
Sor.Cecilia
Leyendote
ResponderEliminarSaludos
Del capítulo dos en donde enpecé, no pude irme sin leer el principio. Así que aquí estoy. Qué interesante la complicidad de los miembros de la villa, con respecto al asunto de las mujeres ofreciendo sus servicios.
ResponderEliminarMe gusta que lo estérs narrando como si me lo estuvieras platicando frente a frente.
Abrazo, Lao!
EMPECÉ, perdón.
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