la dependencia con alguna cosa o hábito, no solamente quita la libertad y la paz interior, sino que es causa directa de violencia u hostilidad hacia uno mismo y los demás.
lao paunero
mi propósito es transmitir en forma de prosa o poética, frases y pensamientos que lleven poco tiempo de leer y mucho para pensar. mi otra intención es, en apariencia contradictoria, poder hacerles conocer algunos cuentos creados por mi y ciertos relatos vinculados con la realidad que requerirán mayor tiempo de lectura. Quien quiera pasar por aquí, opine o no, será muy bien recibido. muy agradecido y muchos saludos a todos
martes, 29 de mayo de 2012
sábado, 12 de mayo de 2012
LO COTIDIANO
CUANDO DECIMOS QUE NOS CANSA LA RUTINA ES PORQUE NO LE ENCONTRAMOS BRILLO A LO COTIDIANO. NUNCA LO QUE HACEMOS HOY, ES EXACTAMENTE LO MISMO QUE LO QUE HICIMOS AYER. CADA COSA E INSTANTE NOS BRINDA SU PROPIA SONRISA. EL ESPÍRITU TIENE UN ENORME CAUDAL QUE VA MUCHO MAS ALLÁ DE LO QUE HACEMOS.
miércoles, 25 de abril de 2012
HORMIGUEOS CONTINUADOS
RECOMENDACIÓN
antes de ingresar en este relato, si tenés tiempo, te sugiero que busques aquél titulado HORMIGUEOS, cliqueando en entradas antigüas, publicado el 17 de enero, para comprender un poco mejor lo que te voy a contar en éste.Gracias por venir y por tu buena voluntad.
SIGUE LA HISTORIA ENTONCES..........
En el pueblo donde vivió y creció era tenido por una persona bien llevada con todos. Orate Frater o El Hermano Loco -como todos solían llamarlo- se había transformado en una persona muy comnnicativa desde que había tenido aquel sueño tan intenso en el que se constituyó en líder de las hormigas negras y que, por cuestiones del destino, no solo logró evitar una confrontación con las hormigas coloradas, sino que consiguió que, en adelante, tuvieran una convivencia pacífica y productiva.
Como ya te había contado, después de despertar de aquel sueño, Orate sufrió un gran cambio en su carácter, que sirvió también para que los demás comenzaran a verlo de otra manera.
El sueño lo tuvo a los quince años y sustancialmente desarrolló un gran carisma para que los chicos un poco mas chicos, lo tomaran como un referente para los juegos, al mismo tiempo que se le hizo costumbre reunirse con ellos también para contarles diversos relatos interesantes. Incluso en ocasiones les daba el pie para que inventaran sus propias historias y juegos. Todo resultó en que en torno al Hermano Loco se fue formando un grupo cada vez mas grande, que comenzó a reunirse regularmente todos los sábados. Se divertían tanto que los dias parecían mas largos.
El pueblo era de muchas arboledas, casas con amplios terrenos, huertas, gallineros, chiqueros, hornitos de barro y cosas lindas como esas. La estratificación social estaba muy marcada entre pobres y ricos, pero convivían amistosamente y nadie pasaba necesidades básicas. Todos vivían dignamente. Orate pertenecía a una de esas familias un poco destacadas, pero no se sentía cómodo porque solamente se trataba de un apellido y nada mas que eso.
El grupo de pibes que se había conformado junto a el, era heterogéneo. Entonces surgió la idea de ayudarse entre ellos, y eso fue bueno. Es que el Loco no podía olvidarse del sueño de las hormigas.
Todo contribuyó a que, ayudándose, juntaran dinero y comestibles e idearan un proyecto interesante y que sería una gran aventura. Con permiso de los padres harían una excursión guiados por el Hermano Loco, ya que éste gozaba de la confianza necesaria, por ser bien conocido por éstos.
Elaboró un plan y dibujó un croquis del arroyo que había en el "barrio de atrás de las vías del tren",era así como se lo conocía. Bordeando dicho riacho a unos diez kilómetros de distancia, se llegaba al ancho Río que llegaba al mar. Pero también había que caminar en zona selvática y eso les daba un poco de miedo, pero Orate irradiaba confianza.
Cuando llegó el gran día se levantaron muy temprano y emprendieron la caminata muy felices y resueltos.
Al comienzo de la fila iba Orate con un banderín rojo en una caña y un sombrero puntudo para que los demás lo vieran. Igual que en el sueño de las hormigas y en el extremo final iba para protección, uno de los padres de los chicos, que con gran entusiasmo quizo acompañarlos.
Atravesaron entonces la zona selvática bordeando el arrollo.Agitaban las manos y golpéaban palos como en el sueño para desafiar el miedo que les daba la selva. El Hermano Loco iba muy emocionado porque sentía algo así como que estaba nuevamente adentro del sueño de hacía unos años. Se detuvieron a descansar sistemáticamente tres veces para beber agua, a pesar de que mucho calor no hacía y era primavera. Aprovechaban la ocasión para tirarse de espaldas y apoyar los pies sobre piedras para que bajase la sangre y se les enfriase un poco, para que sin detenerse demasiado, seguir caminando. La comida fue ligera, apropiada al propósito de mantenerse livianos.
Estando todavía el sol a la vista, se encontraron de pronto con la presencia del Río mas ancho del mundo según se decía en el pueblo. Acamparon precariamente y encendieron una gran fogata, alrededor de la cual comieron un rico minestrón que en ella cocinaron. Rieron y contaron cuentos acompañados por una hermosa luna con forma de sonrisa y un
árbol brillante, destacado por su fosforecencia que lo hacía una rara especie poco conocida de la cual ignoro su nombre.
Casi sin que se dieran cuenta los atrapó Morfeo y entraron en un sueño profundo a excepción del Hermano Loco que se quedó semidespierto junto al padre que les conté para cuidar al grupo. Aunque con el fuego semiapagado y la oscuridad de la noche no les permitió ver claramente que el Río estaba subiendo cada vez mas.
Cuando llegó el amanecer pudieron darse cuenta que estaban casi rodeados de agua. Tuvieron que esperar varias horas hasta que las aguas bajaran y poder emprender el regreso por el mismo camino en que habían llegado. Y no se perdieron porque a pesar de que todo se había hecho pantano encontraron a un personaje extraño que vivía en la selva, que parecía chiflado pero no lo era. Estaba vestido con harapos y rodeado de perros abandonados que encontraban un no se que en el. Los canes lo cuidaban, le daban abrigo y el personaje les daba comida y afecto. Este mismo señor los orientó hasta la orilla del arroyo para que pudieran regresar al pueblo.
Como ustedes bien lo saben, los regresos siempre suenan mas cortos, por lo que enseguida llegaron al punto de partida, trayendo con ellos un recuerdo histórico. que, obviamente, compartieron con familiares, amigos y con el transcurrir del tiempo, lo sabrían sus descendientes hasta aburrirse de esta historia...
Con el transcurrir del tiempo el Hermano Loco era considerado muy importante y estaba grabado en la memoria colectiva de ese lindo pueblo, que terminó siendo de un estilo residencial muy marcado , igualmente que las diferencias sociales se fueron notando cada vez mas entre unos y otros.
Para aquel entonces, los niños que habían sido seguidores de Orate, ya no eran niños sino jóvenes casi adultos. Unos tenían una profesión, un oficio o algún trabajo. Y éste se constituyó en un consejero de los mismos y de algunos otros que lo conocieron a través ellos. Su opinión ante diferentes situaciones resultaba muy valiosa.
Llegó entonces una etapa muy difícil no solo en el pueblo, sino mucho mas allá del mismo. Surgieron tiempos de violencia adentro y afuera de las familias. El Hermano también sufría mucho por esas cuestiones. Es que llegaron a haber muchas muertes y enfrentamientos.
Orate necesitaba desesperadamente un nuevo objetivo que lo reflotara y le diera sentido a su caminar por este mundo...
Acostumbraba a retirarse a pensar subiéndose a la vieja casita del árbol que había armado desde bastante chico, pero aguantaba aún su ya un poco pesado cuerpo. Muchas veces se quedaba dormido. Solía tener un sueño que se repetía. Se encontraba de pronto caminando por un largo y sinuoso camino con muchos obstáculos que la naturaleza traviesa disfrutaba de interponerle, hasta ingresar en lugar de hermosas plantas y flores silvestres difíciles de describir por su belleza y aromas penetrantes unos y suaves otros. A cierta altura se tomaba de la mano de una hermosa y dulce mujer que lo transportaba a un nivel de paz excelente y que luego seguían caminando juntos y sumamente felices, hasta toparse de frente con una fuerte luz que practicamente los encandilaba a tal punto de no permitirles vislumbrar el futuro; pero detrás de la luz se podía escuchar claramente una fuerte voz que le decía firmemente al Loco que ese era el camino que le estaba reservado.
Ese repetido sueño le hizo comprender que la vida es un permanente desafío y que había que aventurarse sin pretender vislumbrar lo que vendría en el mañana. También comprendió que nunca estaría solo si el así lo quería.
Terminó estructurando un plan de vida y adquirió mas fortaleza que nunca para continuar el transitar del tiempo. Superó con su espíritu y temperamento las distintas hostilidades que te conté, o mas bien tácitamente te di a entender; ya que hay muchas intimidades que sería una falta de respeto por El Loco, contártelas.
Siendo muy laborioso como las hormigas, trabajó apasionadamente en todo lo que se le presentó a mano hasta que llegó el momento en que conoció a la mujer de sus sueños, ante lo cual, siendo muy jóvenes ambos, se casaron y criaron varios hijos con la firme convicción de que la vida es el gran desafío, siempre que siguieran caminando hacia esa Gran Luz que los guiara pero que no les dejara vislumbrar el futuro. No permitiéndoles adivinar cuales serían las cosas que les tocasen vivir mas adelante.........
antes de ingresar en este relato, si tenés tiempo, te sugiero que busques aquél titulado HORMIGUEOS, cliqueando en entradas antigüas, publicado el 17 de enero, para comprender un poco mejor lo que te voy a contar en éste.Gracias por venir y por tu buena voluntad.
SIGUE LA HISTORIA ENTONCES..........
En el pueblo donde vivió y creció era tenido por una persona bien llevada con todos. Orate Frater o El Hermano Loco -como todos solían llamarlo- se había transformado en una persona muy comnnicativa desde que había tenido aquel sueño tan intenso en el que se constituyó en líder de las hormigas negras y que, por cuestiones del destino, no solo logró evitar una confrontación con las hormigas coloradas, sino que consiguió que, en adelante, tuvieran una convivencia pacífica y productiva.
Como ya te había contado, después de despertar de aquel sueño, Orate sufrió un gran cambio en su carácter, que sirvió también para que los demás comenzaran a verlo de otra manera.
El sueño lo tuvo a los quince años y sustancialmente desarrolló un gran carisma para que los chicos un poco mas chicos, lo tomaran como un referente para los juegos, al mismo tiempo que se le hizo costumbre reunirse con ellos también para contarles diversos relatos interesantes. Incluso en ocasiones les daba el pie para que inventaran sus propias historias y juegos. Todo resultó en que en torno al Hermano Loco se fue formando un grupo cada vez mas grande, que comenzó a reunirse regularmente todos los sábados. Se divertían tanto que los dias parecían mas largos.
El pueblo era de muchas arboledas, casas con amplios terrenos, huertas, gallineros, chiqueros, hornitos de barro y cosas lindas como esas. La estratificación social estaba muy marcada entre pobres y ricos, pero convivían amistosamente y nadie pasaba necesidades básicas. Todos vivían dignamente. Orate pertenecía a una de esas familias un poco destacadas, pero no se sentía cómodo porque solamente se trataba de un apellido y nada mas que eso.
El grupo de pibes que se había conformado junto a el, era heterogéneo. Entonces surgió la idea de ayudarse entre ellos, y eso fue bueno. Es que el Loco no podía olvidarse del sueño de las hormigas.
Todo contribuyó a que, ayudándose, juntaran dinero y comestibles e idearan un proyecto interesante y que sería una gran aventura. Con permiso de los padres harían una excursión guiados por el Hermano Loco, ya que éste gozaba de la confianza necesaria, por ser bien conocido por éstos.
Elaboró un plan y dibujó un croquis del arroyo que había en el "barrio de atrás de las vías del tren",era así como se lo conocía. Bordeando dicho riacho a unos diez kilómetros de distancia, se llegaba al ancho Río que llegaba al mar. Pero también había que caminar en zona selvática y eso les daba un poco de miedo, pero Orate irradiaba confianza.
Cuando llegó el gran día se levantaron muy temprano y emprendieron la caminata muy felices y resueltos.
Al comienzo de la fila iba Orate con un banderín rojo en una caña y un sombrero puntudo para que los demás lo vieran. Igual que en el sueño de las hormigas y en el extremo final iba para protección, uno de los padres de los chicos, que con gran entusiasmo quizo acompañarlos.
Atravesaron entonces la zona selvática bordeando el arrollo.Agitaban las manos y golpéaban palos como en el sueño para desafiar el miedo que les daba la selva. El Hermano Loco iba muy emocionado porque sentía algo así como que estaba nuevamente adentro del sueño de hacía unos años. Se detuvieron a descansar sistemáticamente tres veces para beber agua, a pesar de que mucho calor no hacía y era primavera. Aprovechaban la ocasión para tirarse de espaldas y apoyar los pies sobre piedras para que bajase la sangre y se les enfriase un poco, para que sin detenerse demasiado, seguir caminando. La comida fue ligera, apropiada al propósito de mantenerse livianos.
Estando todavía el sol a la vista, se encontraron de pronto con la presencia del Río mas ancho del mundo según se decía en el pueblo. Acamparon precariamente y encendieron una gran fogata, alrededor de la cual comieron un rico minestrón que en ella cocinaron. Rieron y contaron cuentos acompañados por una hermosa luna con forma de sonrisa y un
árbol brillante, destacado por su fosforecencia que lo hacía una rara especie poco conocida de la cual ignoro su nombre.
Casi sin que se dieran cuenta los atrapó Morfeo y entraron en un sueño profundo a excepción del Hermano Loco que se quedó semidespierto junto al padre que les conté para cuidar al grupo. Aunque con el fuego semiapagado y la oscuridad de la noche no les permitió ver claramente que el Río estaba subiendo cada vez mas.
Cuando llegó el amanecer pudieron darse cuenta que estaban casi rodeados de agua. Tuvieron que esperar varias horas hasta que las aguas bajaran y poder emprender el regreso por el mismo camino en que habían llegado. Y no se perdieron porque a pesar de que todo se había hecho pantano encontraron a un personaje extraño que vivía en la selva, que parecía chiflado pero no lo era. Estaba vestido con harapos y rodeado de perros abandonados que encontraban un no se que en el. Los canes lo cuidaban, le daban abrigo y el personaje les daba comida y afecto. Este mismo señor los orientó hasta la orilla del arroyo para que pudieran regresar al pueblo.
Como ustedes bien lo saben, los regresos siempre suenan mas cortos, por lo que enseguida llegaron al punto de partida, trayendo con ellos un recuerdo histórico. que, obviamente, compartieron con familiares, amigos y con el transcurrir del tiempo, lo sabrían sus descendientes hasta aburrirse de esta historia...
Con el transcurrir del tiempo el Hermano Loco era considerado muy importante y estaba grabado en la memoria colectiva de ese lindo pueblo, que terminó siendo de un estilo residencial muy marcado , igualmente que las diferencias sociales se fueron notando cada vez mas entre unos y otros.
Para aquel entonces, los niños que habían sido seguidores de Orate, ya no eran niños sino jóvenes casi adultos. Unos tenían una profesión, un oficio o algún trabajo. Y éste se constituyó en un consejero de los mismos y de algunos otros que lo conocieron a través ellos. Su opinión ante diferentes situaciones resultaba muy valiosa.
Llegó entonces una etapa muy difícil no solo en el pueblo, sino mucho mas allá del mismo. Surgieron tiempos de violencia adentro y afuera de las familias. El Hermano también sufría mucho por esas cuestiones. Es que llegaron a haber muchas muertes y enfrentamientos.
Orate necesitaba desesperadamente un nuevo objetivo que lo reflotara y le diera sentido a su caminar por este mundo...
Acostumbraba a retirarse a pensar subiéndose a la vieja casita del árbol que había armado desde bastante chico, pero aguantaba aún su ya un poco pesado cuerpo. Muchas veces se quedaba dormido. Solía tener un sueño que se repetía. Se encontraba de pronto caminando por un largo y sinuoso camino con muchos obstáculos que la naturaleza traviesa disfrutaba de interponerle, hasta ingresar en lugar de hermosas plantas y flores silvestres difíciles de describir por su belleza y aromas penetrantes unos y suaves otros. A cierta altura se tomaba de la mano de una hermosa y dulce mujer que lo transportaba a un nivel de paz excelente y que luego seguían caminando juntos y sumamente felices, hasta toparse de frente con una fuerte luz que practicamente los encandilaba a tal punto de no permitirles vislumbrar el futuro; pero detrás de la luz se podía escuchar claramente una fuerte voz que le decía firmemente al Loco que ese era el camino que le estaba reservado.
Ese repetido sueño le hizo comprender que la vida es un permanente desafío y que había que aventurarse sin pretender vislumbrar lo que vendría en el mañana. También comprendió que nunca estaría solo si el así lo quería.
Terminó estructurando un plan de vida y adquirió mas fortaleza que nunca para continuar el transitar del tiempo. Superó con su espíritu y temperamento las distintas hostilidades que te conté, o mas bien tácitamente te di a entender; ya que hay muchas intimidades que sería una falta de respeto por El Loco, contártelas.
Siendo muy laborioso como las hormigas, trabajó apasionadamente en todo lo que se le presentó a mano hasta que llegó el momento en que conoció a la mujer de sus sueños, ante lo cual, siendo muy jóvenes ambos, se casaron y criaron varios hijos con la firme convicción de que la vida es el gran desafío, siempre que siguieran caminando hacia esa Gran Luz que los guiara pero que no les dejara vislumbrar el futuro. No permitiéndoles adivinar cuales serían las cosas que les tocasen vivir mas adelante.........
jueves, 12 de abril de 2012
jueves, 22 de marzo de 2012
CABOS SUELTOS
NACEMOS E INGRESAMOS A UN MUNDO EXTRAORDINARIO . PARTICIPAMOS DE EL Y ELLO IMPLICA UN ENORME PRIVILEGIO.
COMETEMOS ERRORES, PERO EN LA MAYORÍA DE LAS VECES SON INVOLUNTARIOS Y, LO INTERESANTE DEL CASO ES QUE TIENEN UNA MISTERIOSA RAZÓN DE SER. Y SE LES PUEDE CAPITALIZAR FAVORABLEMENTE.
EL CORRER SIN SENTIDO ES LO QUE NO DEBEMOS HACER.
LA CAPACIDAD DE DETENERSE A OBSERVAR Y MEDITAR LA VIDA TIENE MUCHO DE VOLVER A LA INFANCIA, QUE ES DONDE PRECISAMENTE HEMOS RECIBIDO NUESTRAS PRINCIPALES INSPIRACIONES.
REGRESAR A LAS FUENTES, A NUESTRAS PROPIAS RAÍCES, NO ES RETROCEDER, ES SUBIR VARIOS ESCALONES.
TODOS NECESITAMOS TENER NUESTRA PROPIA BURBUJA DE FANTASÍAS.
VIVIR ENCERRADO EN UNO MISMO NO ES BUENO PORQUE NOS HACE QUE LA VISIÓN DE LA REALIDAD SE DISTORSIONE.
CON EL TRANSCURSO DE LA VIDA SE COMPRENDE QUE EL DOLOR NOS NUTRE, AUNQUE ES PERFECTAMENTE NORMAL QUE LE ESCAPEMOS.
LAS SITUACIONES EXTREMAS NOS LLEVAN A TOMAR LAS DECISIONES MAS IMPORTANTES.
ES ESENCIAL TENER UNA ACTITUD POSITIVA. ES NECESARIO NO DEJAR QUE EL MAL HUMOR NOS ATRAPE. SIEMPRE HAY MANERAS DE LOGRARLO.
HAY QUE SABER ESPERAR QUE SE SERENEN LAS AGUAS CADA VEZ QUE VIENE LA TORMENTA.
LA DESESPERACIÓN NOS PRESENTA LAS PEORES ALTERNATIVAS.
NADIE DIJO QUE VIVIR FUERA FÁCIL. PERO NO ES IMPOSIBLE CREER, CRECER Y APORTAR DE NOSOTROS A ESTE MUNDO EXTRAORDINARIO, AL CUAL HEMOS VENIDO PARA SER SUS PARTÍCIPES.
GRACIAS POR LEER.
lao paunero
viernes, 2 de marzo de 2012
UN CUENTO PARA NO CREER
En sus calles abundaban los árboles y los empedrados; casas añejas cubiertas con enamoradas del muro, madreselvas y otras enredaderas; ventanas cerradas o algunas entreabiertas, otras por el contrario, abiertas de par en par y golpéandose por el viento, el que a su vez inclina las plantas como reverencíándose a su paso.
El silencio era muy abundoso, aunque interrumpido por lo parlantoso de las cigarras, ranitas de árbol, grillos y otros bichos.
Todo hacía de ese pueblo, un lugar apropiado para alimentar la fantasía; el todo se complotaba con sus diversos integrantes, para que ella fuera la dueña y señora del lugar.
Por otro lado el modo de ser parco, callado y nada dado a la conversación de quien ahora les cuento. Se prestaba para que la gente elaborara conclusiones salidas del aire, sobre su vida privada que, sacadas de la nada, terminaban siendo historias llenas de misterios y curiosidades.
Todo se sumaba , al hecho de ser un pueblo bastante aburrido y aislado del mundo.
Su manera de vestirse improvisada. Utilizaba un largo saco que provenía de su tártara tártara, ajado y sucio hasta mas no poder, irradiante de mal olor acumulado desde los ancestros, que ya ni se le conocía el color original.
No saludaba, y cuando pasaba expelía una tos nerviosa parecida a un bostezo, que se interpretaba como un saludo o algo así.
Se adivinaba su proximidad por un fuerte hedor que mezclaba su suciedad con el humo de su pipa, a la cual cada tanto sacaba para pitarla un poco como locomotora para guardarla nuevamente encendida en el bolsillo derecho de su saco. En el izquierdo, se observaba un gran bulto dibujado por el tabaco que allí guardaba.
Su nombre original era desconocido, vivía en la casona del lago, de madera, húmeda en la parte inferior. A pesar de que ningún vecino había entrado en ella, se afirmaba que estaba toda sucia por dentro y que dormía en el suelo sobre un montón de ropa y trapos viejos. También se comentaba que su alimento consistía en hojas, raíces, víboras, gusanos, peces y ranas.
Los chicos lo llamaban El Cuco y los mayores lo conocían como Don Miedo.
Nunca se lo había visto reir ni llorar. Ni tan siquiera esbozar algo parecido a una palabra o sonrisa. Solamente de tanto en tanto, se le escuchaba como un susurro mezclado con un silbido que ululaba por las noches, lo que se suponía que era un canto o algo parecido.
Villa Molle era un pueblo pintoresco con ancianos longevos y habladores y alegres niños jugando y brincando por sus calles de piedra. Mujeres piadosas y laboriosas que además de hacer las tareas de la casa, acompañaban a sus maridos en sus trabajos hortícolas , de crianza de ovejas y aves de corral. Estaba separada de la Gran Ciudad por un rio caudaloso, un monte y una hilera de sierras, entre las cuales pastaban las cabras que también eran de ellos y, de las cuales aprovechaban la leche, sus cueros y sus carnes; pero eso sí, las sacrificaban cuando les estaba por llegar el final, nunca jóvenes. Un médico solía llegar desde la Ciudad, montado en burro, para atender desde un forúnculo, una caries o alguna que otra necesidad de secundaria importancia. Los partos los asistían los mismos pobladores, por que no solían haber complicaciones. Los fallecimientos los diagnósticaba el mismo funebrero con el testimonio del mismísimo cura, para no perder tiempo en esperar al facultativo.
Olvidé decirles que una de las costumbres de los habitantes de este pueblo era ir, grandes y chicos a pescar al río, lo que constituía un prolífico sustento y medio de diversión.
Con frecuencia habían ceremonias religiosas con procesiones y todo, a las cuales no faltaban ni los perros.
Unas dos veces en el año se hacían fiestas patrias en la única escuela, con chocolate para beber y ricas tortas que aportaban las vecinas, con lo cual, dicho sea de paso, todas querían destacarse, beneficiando con ello al mismo pueblo, dado que , las mejores porciones no eran gratis, juntándose dinero para encarar alguna que otra mejora de la misma escuela.
Tambíén se hacían bailes , en cuya ocasión las casamenteras se ponían los mejores vestidos y perfumes que podían Pero no quedaban afuera de la competencia, algunas casadas frustradas que buscaban coquetear de alguna manera elegante; éstos, igualmente que las kermeses, se realizaban en el único club que había. En cuya comisión directiva, ocupar algún lugar, daba a los hombres un marcado prestigio, que les servía como excusa para despertar el interés de las mismas damas mencionadas.
Un antigüo bar donde los caballeros se reunían para fanfarronear contando hazañas mentirosas que a muchos de los parroquianos les gustaba creer, mientras que, las muchachas pintarrajeadas, con escotes pronunciados y vestidos colorinches, apoyadas en la escalera que daba a las habitaciones, hacían gestos y exclamaciones fingidas, de admiración, para enganchar algún cliente.
También durante el día, las señoras y señoritas solían encontrarse en la feria de comestibles o en la plaza, donde charlaban e intercambiaban chusmeríos. Mientras que los ancianos sentados en los bancos contaban a los niños y jóvenes, cuentos que venían de los antepasados transmitidos de boca en boca.
En el interior de las casas no podían faltar retratos de familia con parientes lejanos muy bien trajeados. Con seguridad que mucha de esa ropa de los cuadros, los hijos de los hijos de los hijos la seguían utilizando como orgulloso legado, desde hacía mas de quinientos años, guardaditos con naftalina cuyos olores se percibían cuando los utilizaban en los velatorios, mezclado con las flores, el exagerado perfume de las señoras lloronas y el olor que despedía el muerto. No ocurría lo mismo con esa misma ropa, cuando se trataba de un casamiento o fiestas de aniversarios y esa clase de eventos, ya que en esos casos tenían tiempo de ventilarla. Ya que un velorio siempre suele ser de apuro, y si por casualidad, alguien presentía un fallecimiento, al menos por no ser de mal agüero, no se iba a adelantar al suceso.
Pero como les decía, en realidad el personaje central de casi todas las conversaciones era Don Miedo para los grandes o Don Cuco para los chicos. Parecía como que hacía falta para cubrir la necesidad de llenar un bache , en este pueblo donde de algo se tenía que hablar.
También había un viejito de barba que vivía en una gruta, conocido como Barba Blanca, el cuidacabras, porque eso era lo que hacía para subsistir. Aunque no era lo único ya que era una persona que le gustaba impregnarse de contacto con la naturaleza, rodeado de cantos de pájaros, pasto fresco y flores silvestres y hacer labores artesanales.
Era muy bien llevado con todos, especialmente con los niños, que lo rodeaban cada vez que aparecía por el pueblo, donde como rutina se sentaba en un banco que había cerca del Cuartel de Bomberos -que dicho sea de paso, nunca hacían nada sus integrantes, porque cada incendio que había era pequeño y lo apagaba la misma gente- . Sentado en ese banco entonces, contaba a los niños historias fantásticas. Los mayores lo aceptaban gustosos porque nunca decía chancherías. Era alegre y respetuoso con todos, limpio impecable. Vestía un pantalón campero y una camisa overol perfumada con flores silvestres.
Barba Blanca había despertado tanto mi curiosidad que, teniendo unos doce años, junto con un amigo de travesuras, nos metimos en medio del bosque para curiosear su cueva. A la que logramos entrar justo cuando el no estaba.
Encontramos en la misma muchas pilas de cosas, pilas ordenadas, pero toda clase de pilas...de libros...de cajas misteriosas...de platos.....de frascos con miel....con dulces caseros...y pilas y mas pilas.
Había un catre de troncos muy prolijo, cubierto con una manta de cuero de cabra, una cocina a leña obviamente al lado de una importante cantidad de leña bien apilada; una mesa con dos sillas. Lo cual me daba la pauta de que alguna vez al menos habría compartido una comida con alguien. También llamó la atención, el hecho de que junto a la chimenea habían algunos cuadros con frases escritas, uno de los cuales decía "Que le pasaría a Villa Molle si Don Miedo no existiera". En ese momento mi perro comenzó a mover la cola e inquietarse, dándome el aviso de que alguien se acercaba. Se escucharon pisadas de hojas y era señal de que Barba Blanca regresaba, entonces nos fuimos por la puerta del fondo a toda velocidad y sin hacer ruido, aunque nos ayudó el hecho de que era un poco sordo.
Nunca había dicho nada de esta travesura hasta recién ahora que se las cuento a ustedes, dado que nadie lo sospechó. Mi amigo si que sabía guardar un secreto. Hacía unos años, cuando teníamos ocho, habíamos hecho un sagrado pacto de sangre y si lo violábamos las brujas nos comerían como a muchos les ha sucedido y no queríamos arriesgarnos a ello. Eso fue lo que nos hizo guardar silencio de ésta y otras travesuras que no les pienso contar. Esta se las digo porque es inevitable y mi amigo secreto, al que no debo nombrar, está de acuerdo en que lo haga porque yo le pedí la autorización. El lo aceptó siempre y cuando no lo delate. Así será entonces, sobre todo porque no tengo interés en ser comido sin piedad alguna.
final de esta historia por lo menos por ahora:
Han pasado muchos años, mi amigo y yo somos muy mayores y no los puedo dejar sin contarles lo mas extraño de este asunto.
Actualmente soy abuelo y sigo viviendo en Villa Molle. Siendo un muchacho pude comprarme una camioneta un poco vieja pero en buenas condiciones. Desde hace mas de cuarenta años que me vengo ganando la vida haciendo viajes con ella, trayendo mercadería de la Gran Ciudad y haciendo gestiones y mensajería para aprovechar los viajes. Y como tengo aptitudes para ello, hice el periódico de la región, que así se llama... La Región, ya que sirve de enlace con la Gran Ciudad y algunos habitantes dispersos por la zona. Actualmente se ocupan mis hijos de llevar adelante mis ocupaciones y me han superado con ello. Pero no los quiero cansar con detall
Lo que les quiero contar es que ni a Don Miedo ni a Barba Blanca se los ha vuelto a ver desde aquella vez que entramos en la casa. Pero como no se los ha visto morir, la gente respeta los lugares donde siempre habitaron y los han dejado intactos. Ocurre que parece ser que los necesitan vivos.
eríos.
El otro día se me dió por ir caminando con mi nieto menor para la zona salvaje donde está la morada de El Cuco.
Pasamos muy cerca de ella y me pareció escuchar un raro silbido que me trajo recuerdos y les puedo asegurar que sentí un familiar olor a humo de pipa.
Mas adelante pasamos por la catarata y vimos un anciano de barba bañarse en ella y cantar alegremente.
En el boliche, aún con la costumbre de atrapar la atención de los parroquianos, a los que les gusta creerse todo lo que se les dice...Hay algunos que comentan que Don Miedo y Barba Blanca se reúnen todas las noches a cenar, ocupando las dos sillas de tronco....
Les puedo asegurar que hasta los perros prefieren creer que estas historias son ciertas.....
El silencio era muy abundoso, aunque interrumpido por lo parlantoso de las cigarras, ranitas de árbol, grillos y otros bichos.
Todo hacía de ese pueblo, un lugar apropiado para alimentar la fantasía; el todo se complotaba con sus diversos integrantes, para que ella fuera la dueña y señora del lugar.
Por otro lado el modo de ser parco, callado y nada dado a la conversación de quien ahora les cuento. Se prestaba para que la gente elaborara conclusiones salidas del aire, sobre su vida privada que, sacadas de la nada, terminaban siendo historias llenas de misterios y curiosidades.
Todo se sumaba , al hecho de ser un pueblo bastante aburrido y aislado del mundo.
Su manera de vestirse improvisada. Utilizaba un largo saco que provenía de su tártara tártara, ajado y sucio hasta mas no poder, irradiante de mal olor acumulado desde los ancestros, que ya ni se le conocía el color original.
No saludaba, y cuando pasaba expelía una tos nerviosa parecida a un bostezo, que se interpretaba como un saludo o algo así.
Se adivinaba su proximidad por un fuerte hedor que mezclaba su suciedad con el humo de su pipa, a la cual cada tanto sacaba para pitarla un poco como locomotora para guardarla nuevamente encendida en el bolsillo derecho de su saco. En el izquierdo, se observaba un gran bulto dibujado por el tabaco que allí guardaba.
Su nombre original era desconocido, vivía en la casona del lago, de madera, húmeda en la parte inferior. A pesar de que ningún vecino había entrado en ella, se afirmaba que estaba toda sucia por dentro y que dormía en el suelo sobre un montón de ropa y trapos viejos. También se comentaba que su alimento consistía en hojas, raíces, víboras, gusanos, peces y ranas.
Los chicos lo llamaban El Cuco y los mayores lo conocían como Don Miedo.
Nunca se lo había visto reir ni llorar. Ni tan siquiera esbozar algo parecido a una palabra o sonrisa. Solamente de tanto en tanto, se le escuchaba como un susurro mezclado con un silbido que ululaba por las noches, lo que se suponía que era un canto o algo parecido.
Villa Molle era un pueblo pintoresco con ancianos longevos y habladores y alegres niños jugando y brincando por sus calles de piedra. Mujeres piadosas y laboriosas que además de hacer las tareas de la casa, acompañaban a sus maridos en sus trabajos hortícolas , de crianza de ovejas y aves de corral. Estaba separada de la Gran Ciudad por un rio caudaloso, un monte y una hilera de sierras, entre las cuales pastaban las cabras que también eran de ellos y, de las cuales aprovechaban la leche, sus cueros y sus carnes; pero eso sí, las sacrificaban cuando les estaba por llegar el final, nunca jóvenes. Un médico solía llegar desde la Ciudad, montado en burro, para atender desde un forúnculo, una caries o alguna que otra necesidad de secundaria importancia. Los partos los asistían los mismos pobladores, por que no solían haber complicaciones. Los fallecimientos los diagnósticaba el mismo funebrero con el testimonio del mismísimo cura, para no perder tiempo en esperar al facultativo.
Olvidé decirles que una de las costumbres de los habitantes de este pueblo era ir, grandes y chicos a pescar al río, lo que constituía un prolífico sustento y medio de diversión.
Con frecuencia habían ceremonias religiosas con procesiones y todo, a las cuales no faltaban ni los perros.
Unas dos veces en el año se hacían fiestas patrias en la única escuela, con chocolate para beber y ricas tortas que aportaban las vecinas, con lo cual, dicho sea de paso, todas querían destacarse, beneficiando con ello al mismo pueblo, dado que , las mejores porciones no eran gratis, juntándose dinero para encarar alguna que otra mejora de la misma escuela.
Tambíén se hacían bailes , en cuya ocasión las casamenteras se ponían los mejores vestidos y perfumes que podían Pero no quedaban afuera de la competencia, algunas casadas frustradas que buscaban coquetear de alguna manera elegante; éstos, igualmente que las kermeses, se realizaban en el único club que había. En cuya comisión directiva, ocupar algún lugar, daba a los hombres un marcado prestigio, que les servía como excusa para despertar el interés de las mismas damas mencionadas.
Un antigüo bar donde los caballeros se reunían para fanfarronear contando hazañas mentirosas que a muchos de los parroquianos les gustaba creer, mientras que, las muchachas pintarrajeadas, con escotes pronunciados y vestidos colorinches, apoyadas en la escalera que daba a las habitaciones, hacían gestos y exclamaciones fingidas, de admiración, para enganchar algún cliente.
También durante el día, las señoras y señoritas solían encontrarse en la feria de comestibles o en la plaza, donde charlaban e intercambiaban chusmeríos. Mientras que los ancianos sentados en los bancos contaban a los niños y jóvenes, cuentos que venían de los antepasados transmitidos de boca en boca.
En el interior de las casas no podían faltar retratos de familia con parientes lejanos muy bien trajeados. Con seguridad que mucha de esa ropa de los cuadros, los hijos de los hijos de los hijos la seguían utilizando como orgulloso legado, desde hacía mas de quinientos años, guardaditos con naftalina cuyos olores se percibían cuando los utilizaban en los velatorios, mezclado con las flores, el exagerado perfume de las señoras lloronas y el olor que despedía el muerto. No ocurría lo mismo con esa misma ropa, cuando se trataba de un casamiento o fiestas de aniversarios y esa clase de eventos, ya que en esos casos tenían tiempo de ventilarla. Ya que un velorio siempre suele ser de apuro, y si por casualidad, alguien presentía un fallecimiento, al menos por no ser de mal agüero, no se iba a adelantar al suceso.
Pero como les decía, en realidad el personaje central de casi todas las conversaciones era Don Miedo para los grandes o Don Cuco para los chicos. Parecía como que hacía falta para cubrir la necesidad de llenar un bache , en este pueblo donde de algo se tenía que hablar.
También había un viejito de barba que vivía en una gruta, conocido como Barba Blanca, el cuidacabras, porque eso era lo que hacía para subsistir. Aunque no era lo único ya que era una persona que le gustaba impregnarse de contacto con la naturaleza, rodeado de cantos de pájaros, pasto fresco y flores silvestres y hacer labores artesanales.
Era muy bien llevado con todos, especialmente con los niños, que lo rodeaban cada vez que aparecía por el pueblo, donde como rutina se sentaba en un banco que había cerca del Cuartel de Bomberos -que dicho sea de paso, nunca hacían nada sus integrantes, porque cada incendio que había era pequeño y lo apagaba la misma gente- . Sentado en ese banco entonces, contaba a los niños historias fantásticas. Los mayores lo aceptaban gustosos porque nunca decía chancherías. Era alegre y respetuoso con todos, limpio impecable. Vestía un pantalón campero y una camisa overol perfumada con flores silvestres.
Barba Blanca había despertado tanto mi curiosidad que, teniendo unos doce años, junto con un amigo de travesuras, nos metimos en medio del bosque para curiosear su cueva. A la que logramos entrar justo cuando el no estaba.
Encontramos en la misma muchas pilas de cosas, pilas ordenadas, pero toda clase de pilas...de libros...de cajas misteriosas...de platos.....de frascos con miel....con dulces caseros...y pilas y mas pilas.
Había un catre de troncos muy prolijo, cubierto con una manta de cuero de cabra, una cocina a leña obviamente al lado de una importante cantidad de leña bien apilada; una mesa con dos sillas. Lo cual me daba la pauta de que alguna vez al menos habría compartido una comida con alguien. También llamó la atención, el hecho de que junto a la chimenea habían algunos cuadros con frases escritas, uno de los cuales decía "Que le pasaría a Villa Molle si Don Miedo no existiera". En ese momento mi perro comenzó a mover la cola e inquietarse, dándome el aviso de que alguien se acercaba. Se escucharon pisadas de hojas y era señal de que Barba Blanca regresaba, entonces nos fuimos por la puerta del fondo a toda velocidad y sin hacer ruido, aunque nos ayudó el hecho de que era un poco sordo.
Nunca había dicho nada de esta travesura hasta recién ahora que se las cuento a ustedes, dado que nadie lo sospechó. Mi amigo si que sabía guardar un secreto. Hacía unos años, cuando teníamos ocho, habíamos hecho un sagrado pacto de sangre y si lo violábamos las brujas nos comerían como a muchos les ha sucedido y no queríamos arriesgarnos a ello. Eso fue lo que nos hizo guardar silencio de ésta y otras travesuras que no les pienso contar. Esta se las digo porque es inevitable y mi amigo secreto, al que no debo nombrar, está de acuerdo en que lo haga porque yo le pedí la autorización. El lo aceptó siempre y cuando no lo delate. Así será entonces, sobre todo porque no tengo interés en ser comido sin piedad alguna.
final de esta historia por lo menos por ahora:
Han pasado muchos años, mi amigo y yo somos muy mayores y no los puedo dejar sin contarles lo mas extraño de este asunto.
Actualmente soy abuelo y sigo viviendo en Villa Molle. Siendo un muchacho pude comprarme una camioneta un poco vieja pero en buenas condiciones. Desde hace mas de cuarenta años que me vengo ganando la vida haciendo viajes con ella, trayendo mercadería de la Gran Ciudad y haciendo gestiones y mensajería para aprovechar los viajes. Y como tengo aptitudes para ello, hice el periódico de la región, que así se llama... La Región, ya que sirve de enlace con la Gran Ciudad y algunos habitantes dispersos por la zona. Actualmente se ocupan mis hijos de llevar adelante mis ocupaciones y me han superado con ello. Pero no los quiero cansar con detall
Lo que les quiero contar es que ni a Don Miedo ni a Barba Blanca se los ha vuelto a ver desde aquella vez que entramos en la casa. Pero como no se los ha visto morir, la gente respeta los lugares donde siempre habitaron y los han dejado intactos. Ocurre que parece ser que los necesitan vivos.
eríos.
El otro día se me dió por ir caminando con mi nieto menor para la zona salvaje donde está la morada de El Cuco.
Pasamos muy cerca de ella y me pareció escuchar un raro silbido que me trajo recuerdos y les puedo asegurar que sentí un familiar olor a humo de pipa.
Mas adelante pasamos por la catarata y vimos un anciano de barba bañarse en ella y cantar alegremente.
En el boliche, aún con la costumbre de atrapar la atención de los parroquianos, a los que les gusta creerse todo lo que se les dice...Hay algunos que comentan que Don Miedo y Barba Blanca se reúnen todas las noches a cenar, ocupando las dos sillas de tronco....
Les puedo asegurar que hasta los perros prefieren creer que estas historias son ciertas.....
viernes, 24 de febrero de 2012
DUALIDAD
Un enemigo es un amigo encubierto. Agradécelo, no le guardes rencor, fíjate si puedes aprender algo de él y entonces serás mas sabio.
lao paunero
lao paunero
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