sábado, 11 de mayo de 2013

ESAS TRISTEZAS FUERTES




















esas penas
que sangran las venas

permanecen y crecen
y para siempre quedan

esos dolores inesperados
llévalos a tu lado
acéptalos te pertenecen

porque son parte tuya
también enriquecen
a pesar de todo

pero no dejes de sonreir


17 comentarios:

  1. No dejo de sonreír, amigo. y también llevo esa tristeza conmigo
    Bello tu poema, tu sentimiento
    Abrazos desde Tenerife con un sol radiante de primavera
    Los tajinastes en flor son obras de arte decorando mi mágico Teide...

    ResponderEliminar
  2. Las espinas también son parte de la rosa, hermano

    Abrazos

    Isaac

    ResponderEliminar
  3. No podemos valorar las cosas buenas si no tenemos penas, abrazo Lao!

    ResponderEliminar
  4. Hay penas que no pueden dejarse de lado, tenes razón es mejor aceptarlas y llevarlas con dignidad. Y nunca dejar de sonreir.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  5. Claro que si Lao, de ellas se aprenden y son las que te enseñan con el tiempo que es bueno sonreír.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Dejar de sonreir,nunca amigo siempre aunque sea tenue.abrazos

    ResponderEliminar
  7. Me gustó eso de que todo viene en nuestros génes, y que nada en este mundo es meramente gratuito. Todo es parte de nuestro sistemas, así nos neguemos a aceptarlo. Bonitas palabras.

    ResponderEliminar
  8. No hay que endurecerse al extremo Habrá que guardar una sonrisa siempre. O como dijo el Ché Guevara Hay que endurecerse sin perder la ternura jamás.

    Precioso.

    Saludos apreciado Lao.

    ResponderEliminar
  9. aceptar que te pertenecen... buena clave para seguir adelante con la vida y sus sorpresas por venir...

    un cariño grande!

    ResponderEliminar
  10. Cuando dejas de sonreír es como si se apagase una luz, más sombras para este mundo gris.
    Gracias, Wenceslao.

    ResponderEliminar
  11. Sin duda estamos hechos tanto de lo bueno como de lo malo que nos acontece... a veces quisiéramos desprendernos de lo que nos duele, pero razón tienes, no hay modo, así que la aceptación y el no regocijarnos en nuestro propio dolor, es el mejor camino... y no dejar de sonreír, claro :)
    Besos Lao!
    Buena semana!
    Gaby*

    ResponderEliminar
  12. Y no dejará de sonreír el guerrero que combate sus penas y aunque sus cuitas sean profundas de él surgiran nuevas primaveras hechas risa para la vida.
    ¡Estupendo amigo mío!

    ResponderEliminar
  13. Pues sí, lao, así es.Es lo propio del hombre en la madurez, saber llevar los sufrimientos con alegría, aunque a veces no es fácil.
    Gracias por tu aportación.
    Con ternura.
    Sor.Cecilia

    ResponderEliminar
  14. Son parte de nuestra vida y crecimiento.

    Cariños

    ResponderEliminar
  15. La sonrisa de tu poema me hace sonreír hoy. Gracias.

    Besos.

    ResponderEliminar
  16. Una bonita poesía cuyo último verso es un gran consejo. Gracias Lao, nuestras cosas malas también forman parte de nosotros, y las tenemos que compartir con nuestra propia vida. Un fuerte abrazo amigo.

    ResponderEliminar
  17. Lao quisiera escuchar esos consejos poeticos, aplicarlos diario y sobre todo cuando sobrevienen las perdidas y las eternas despedidas

    ResponderEliminar