mi propósito es transmitir en forma de prosa o poética, frases y pensamientos que lleven poco tiempo de leer y mucho para pensar. mi otra intención es, en apariencia contradictoria, poder hacerles conocer algunos cuentos creados por mi y ciertos relatos vinculados con la realidad que requerirán mayor tiempo de lectura. Quien quiera pasar por aquí, opine o no, será muy bien recibido. muy agradecido y muchos saludos a todos
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No dejo de sonreír, amigo. y también llevo esa tristeza conmigo
ResponderEliminarBello tu poema, tu sentimiento
Abrazos desde Tenerife con un sol radiante de primavera
Los tajinastes en flor son obras de arte decorando mi mágico Teide...
Las espinas también son parte de la rosa, hermano
ResponderEliminarAbrazos
Isaac
No podemos valorar las cosas buenas si no tenemos penas, abrazo Lao!
ResponderEliminarHay penas que no pueden dejarse de lado, tenes razón es mejor aceptarlas y llevarlas con dignidad. Y nunca dejar de sonreir.
ResponderEliminarUn beso.
Claro que si Lao, de ellas se aprenden y son las que te enseñan con el tiempo que es bueno sonreír.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dejar de sonreir,nunca amigo siempre aunque sea tenue.abrazos
ResponderEliminarMe gustó eso de que todo viene en nuestros génes, y que nada en este mundo es meramente gratuito. Todo es parte de nuestro sistemas, así nos neguemos a aceptarlo. Bonitas palabras.
ResponderEliminarNo hay que endurecerse al extremo Habrá que guardar una sonrisa siempre. O como dijo el Ché Guevara Hay que endurecerse sin perder la ternura jamás.
ResponderEliminarPrecioso.
Saludos apreciado Lao.
aceptar que te pertenecen... buena clave para seguir adelante con la vida y sus sorpresas por venir...
ResponderEliminarun cariño grande!
Cuando dejas de sonreír es como si se apagase una luz, más sombras para este mundo gris.
ResponderEliminarGracias, Wenceslao.
Sin duda estamos hechos tanto de lo bueno como de lo malo que nos acontece... a veces quisiéramos desprendernos de lo que nos duele, pero razón tienes, no hay modo, así que la aceptación y el no regocijarnos en nuestro propio dolor, es el mejor camino... y no dejar de sonreír, claro :)
ResponderEliminarBesos Lao!
Buena semana!
Gaby*
Y no dejará de sonreír el guerrero que combate sus penas y aunque sus cuitas sean profundas de él surgiran nuevas primaveras hechas risa para la vida.
ResponderEliminar¡Estupendo amigo mío!
Pues sí, lao, así es.Es lo propio del hombre en la madurez, saber llevar los sufrimientos con alegría, aunque a veces no es fácil.
ResponderEliminarGracias por tu aportación.
Con ternura.
Sor.Cecilia
Son parte de nuestra vida y crecimiento.
ResponderEliminarCariños
La sonrisa de tu poema me hace sonreír hoy. Gracias.
ResponderEliminarBesos.
Una bonita poesía cuyo último verso es un gran consejo. Gracias Lao, nuestras cosas malas también forman parte de nosotros, y las tenemos que compartir con nuestra propia vida. Un fuerte abrazo amigo.
ResponderEliminarLao quisiera escuchar esos consejos poeticos, aplicarlos diario y sobre todo cuando sobrevienen las perdidas y las eternas despedidas
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